La carrera espacial privada sumó un capítulo con el lanzamiento de la primera misión a Marte de Blue Origin, la compañía fundada por Jeff Bezos.
El despegue del cohete New Glenn desde Cabo Cañaveral, Florida, concretó la misión Escapade, financiada por la NASA, y posicionó al magnate de Amazon por delante de su eterno rival, Elon Musk, en la conquista del planeta rojo.
El lanzamiento, que había sufrido retrasos por condiciones climáticas adversas y una tormenta solar, finalmente se realizó con éxito.
El cohete de 98 metros de altura encendió sus siete motores principales de metano y puso en órbita dos satélites idénticos que viajarán durante casi dos años hasta Marte.
Estos orbitadores, bautizados como Exploradores de Escape, Aceleración del Plasma y Dinámica (Escapade), tienen como objetivo estudiar cómo la actividad solar afecta la atmósfera y el campo magnético marciano, un hecho clave para preparar futuras misiones humanas.
El hito reside en el destino interplanetario y en la capacidad técnica demostrada por Blue Origin. Tras completar la separación de etapas, el propulsor reutilizable del New Glenn logró aterrizar con éxito en la barcaza Jacklyn, en el Atlántico, tras replicar una maniobra que hasta ahora solo había conseguido SpaceX.
La noticia se da luego de semanas de escrutinio en la NASA por los retrasos del programa Artemis III, que busca llevar nuevamente astronautas a la superficie lunar.
Tanto SpaceX como Blue Origin presentaron propuestas para acelerar el cronograma y evitar que China se convierta en la próxima nación en pisar el satélite.
La tensión surgió porque la agencia espacial había otorgado inicialmente a SpaceX el contrato principal para el módulo de alunizaje, a la cual amenazó posteriormente a quitárselo por retrasos en su desarrollo.
La misión Escapade es la primera que se dirige a Marte en más de cinco años y marca el debut de Blue Origin en una operación científica interplanetaria.
El éxito del lanzamiento fue celebrado como un triunfo personal para el fundador de Amazon, que durante años había quedado a la sombra de Musk en la narrativa pública sobre la conquista del espacio.
Se estima que la misión Escapade tarde aproximadamente 26 meses en completar su viaje hasta Marte. Una vez allí, los satélites estudiarán la interacción entre el viento solar y la magnetosfera del planeta, datos que serán esenciales para diseñar futuras misiones tripuladas.