Starlink, el servicio de internet satelital impulsado por SpaceX y liderado por Elon Musk, comenzó a competir directamente con la fibra óptica, tradicionalmente considerada la opción más robusta para la conectividad de alta velocidad.
Tras superar los 6 millones de usuarios en todo el mundo y consolidarse en el segmento satelital, la compañía ahora busca ampliar su alcance hacia zonas urbanas densas, donde la fibra domina con ventaja.
Starlink redobla su apuesta y apunta su negocio al mercado de fibra óptica
Durante 2025, Starlink protagonizó una transformación tecnológica notable. Gracias a la optimización de su red de satélites en órbita baja, el servicio logró incrementar su velocidad media de descarga en más de un 50%, superando los 200 Mbps, mientras que la velocidad de subida ya se ubica por encima de los 30 Mbps.
Además, la latencia —uno de los puntos débiles históricos del internet satelital— se estabilizó en niveles competitivos, lo que permite que Starlink se posicione como una alternativa viable incluso para usuarios exigentes.
Este avance técnico fue acompañado por un cambio de narrativa empresarial: Starlink ya no se presenta como una solución exclusiva para zonas rurales o desconectadas, sino como un competidor directo de las redes de fibra óptica en ciudades.
Según datos de Ookla, la calidad de conexión de Starlink en ciertas regiones urbanas ya iguala —e incluso supera— a la de algunos proveedores de fibra, lo que despertó el interés de consumidores que buscan mayor flexibilidad y menor dependencia de infraestructura terrestre.
La comparación entre ambas tecnologías revela un escenario cada vez más equilibrado. Mientras que la fibra óptica ofrece una conexión estable y de baja latencia gracias a su cableado físico, Starlink propone una solución inalámbrica de alta velocidad que no requiere obras ni instalaciones complejas. Esta facilidad de acceso, sumada a la mejora en rendimiento, convierte a Starlink en una opción atractiva para hogares, empresas y gobiernos que buscan alternativas ágiles y escalables.
El desafío no es menor: competir con la fibra implica enfrentar a gigantes consolidados en el sector de las telecomunicaciones, con redes desplegadas y millones de usuarios nuevos.
Sin embargo, la visión de Musk apunta más allá del mercado tradicional. Con una red satelital que cubre prácticamente todo el planeta, Starlink busca convertirse en el estándar global de conectividad, capaz de ofrecer internet ultrarrápido en cualquier rincón del mundo, sin importar la geografía ni la infraestructura local.