Amazon, una de las principales empresas globales por capitalización de mercado, presentó esta semana sus nuevas gafas inteligentes diseñadas exclusivamente para repartidores.
Se trata de un salto tecnológico en la logística del "último kilómetro". El dispositivo, aun en fase de pruebas, busca optimizar la eficiencia de las entregas, reducir el uso del teléfono móvil durante la jornada laboral y mejorar la seguridad de los conductores.
Las gafas están impulsadas por inteligencia artificial (IA) y forman parte del programa Delivery Service Partner, lanzado por la compañía en 2019 para apoyar tecnológicamente a sus colaboradores de reparto.
El diseño de las gafas combina funcionalidad y ergonomía. Incorporan cámaras laterales y centrales, sensores de proximidad y una pantalla integrada en la lente derecha que despliega información en tiempo real. Esto permite a los repartidores funciones clave sin necesidad de utilizar un teléfono tales como:
Además, el dispositivo admite lentes graduadas y cristales transicionales que se adaptan a las condiciones de luz, lo que facilita su uso prolongado en exteriores.
La experiencia de uso está pensada para acompañar al repartidor desde que llega al punto de entrega hasta que regresa a la furgoneta.
Las gafas actúan como un asistente visual que guía al conductor hacia el lugar exacto donde debe dejar el paquete, mostrando instrucciones precisas y minimizando errores.
Según pruebas internas realizadas por Amazon, el dispositivo permitiría al trabajador hasta 30 minutos por jornada laboral, traducido en una mejora significativa en la productividad.
La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia de Amazon para incorporar IA en sus operaciones logísticas. Recientemente, también informó que diseñará, a futuro, robots humanoides que puedan cumplir con estas tareas.
La empresa ya implementó simulaciones de entrenamiento con condiciones reales de reparto y busca que sus gafas inteligentes se conviertan en un estándar dentro de su red de distribución.