En las últimas semanas, dos inversiones llamaron la atención del ecosistema fintech y de startups locales debido a que de a poco se empieza a ver un creciente tipo de interés por parte de capitales extranjeros.
La exchange Lemon levantó u$s20 millones en una ronda serie B, la más importante recibida por una startup cripto en la región en los últimos tres años, que serán usados para su expansión en LATAM.
En paralelo, Takenos, la fintech que provee servicios de una billetera digital, fue respaldada por Lattice y Variant en una nueva ronda de inversión de u$s5 millones, liderada por fondos americanos del ecosistema en Silicon Valley y Nueva York.
Estos tres ejemplos que ocurrieron hace menos de un mes son el ejemplo de cómo los capitales extranjeros ponen sus ojos en las empresas locales debido a su potencial, pero cómo se puede lograr una inversión en dólares.
De esta forma, Guido Fridland, Socio en Nox Capital Partners, y asesor especializado en servicios financieros, comenta a iProUP que se debe recordar que la Argentina es un país donde muchos sectores tuvieron limitada, por no decir nula, innovación durante décadas.
"El mejor ejemplo es el fintech, donde los neobancos y las empresas que proveen infraestructura fueron rotundos casos de éxito. A esto se suma el increíble talento que surge de muchas de las mejores universidades de la región, y que no solo están ubicadas en Buenos Aires",
Hoy en día no se puede escapar a la oportunidad que ofrece la inteligencia artificial, de la cual, según asevera Fridland, Argentina puede beneficiarse de tres formas distintas:
El asesor asevera que sería trivial decir que los capitales extranjeros buscan talento e innovación, ya que va más allá de eso.
"Los fondos de venture capital invierten principalmente en equipos que tengan la capacidad de liderar, el empuje para ejecutar, la flexibilidad para adaptarse en tiempos de cambio y la resiliencia para seguir adelante en situaciones adversas. Además, buscan productos con el potencial de venderse a lo largo y ancho de la región", ejemplifica.
Y añade: "Lo importante, entonces, es cómo mostrar esas cualidades a los potenciales inversores. Es crucial llevar un proceso ordenado, que comience con una presentación que refleje de forma precisa los logros hasta el momento y el potencial de mercado".
Una vez logrado eso, según explica Fridland, los capitales extranjeros son mucho más propensos a conversar con compañías que lleguen con cierto tipo de validación, como introducciones de otros fondos, compañías de su portafolio o inversores ángeles.
"A partir de ahí comienza el proceso de preguntas y due diligence, en el que las startups deben saber leer muy bien a su contraparte. Aquí es esencial compartir métricas claras, información consistente y proyecciones realistas", sostiene.
En resumen, Fridland asevera que los capitales extranjeros buscan equipos de primer nivel construyendo negocios con potencial de escalar exponencial e internacionalmente.
"El arte de este proceso radica en cómo comunicarse con ellos para convencerlos de que tu compañía y tu equipo son los indicados", concluye el asesor.