Las impresoras 3D buscan revolucionar distintos sectores. Desde las industrias, donde se puedan fabricar partes de complejas maquinarias, hasta los alimentos, donde ya se comenzaron a desarrollar tejidos orgánicos para consumir, esta disruptora tecnología está cambiando el mundo.

La medicina también está abrazando los cambios y los beneficios que tienen estas herramientas. 

Como explica TN, ya se pueden imprimir órganos, instrumentos a medida, reducir costos y fabricar modelos para ensayos quirúrgicos, entrenamientos, formaciones y guías de quirófano.

"En República Dominicana tuvimos que operar un paciente hiperobeso de 250 kilos, y fue posible gracias a que teníamos impreso un videolaringoscopio, especialmente adaptado para un paciente de ese volumen", cuenta a el doctor Ezequiel Ferrara (MN 129.569), médico anestesiólogo de la Fundación Rossi.

Esto también lo vieron los ingenieros Laurent Rodriguez, Simon Gabriac, Nicolás Berenfeld y el doctoren biología Carlos Luzzani cuando crearon WeBio, una startup especializada en la bioimpresión de tejidos para ayudar a las farmacéuticas a mejorar sus procesos de ensayos clínicos

Con la idea de sus clientes pueden probar sus drogas antes de salir al mercado en tejidos biológicos, este emprendimiento apunta a utilizar estos productos para medicina regenerativa y, a futuro, crear órganos.

"Después del proceso de impresión queda como una gelatina. Ahí se guarda en el medio de cultivo y las células se van difundiendo, reemplazando la gelatina por el tejido. Hoy trabajamos cuerpos óseos y cartílagos", explica Gabriac en diálogo con iProUP.

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