OpenAI, la desarrolladora de ChatGPT, consolida su posición de liderazgo en inteligencia artificial generativa con el lanzamiento de GPT-5 Codex, un asistente de programación que supera a su versión anterior.

Diseñado principalmente para desarrolladores de software, esta nueva versión incorpora herramientas avanzadas pensadas para agilizar y mejorar la labor diaria de estos profesionales, donde un pequeño error puede afectar todo un sistema.

En ese sentido, GPT-5 Codex permite a los programadores detectar errores rápidamente dentro de un entorno seguro, y optimizar tiempo y esfuerzo en sus tareas.

Otra novedad de GPT-5 Codex es su capacidad para ajustar dinámicamente el tiempo que invierte en procesar según la complejidad de cada tarea. Para lograrlo, combina dos funciones clave: colaborar con los desarrolladores en sesiones interactivas y ejecutar de manera continua y autónoma tareas más extensas.

OpenAI explicó que, desde el lanzamiento de Codex CLI en abril y Codex web en mayo, su herramienta para programación evolucionó hasta convertirse en "un colaborador de programación más eficiente"

GPT-5 Codex puede utilizarse desde la terminal o IDE, en la web, a través de GitHub e incluso desde la app de ChatGPT para iOS, y facilitar así el flujo de trabajo. Todas estas funciones están incluidas en los planes ChatGPT Plus, Pro, Business, Edu y Enterprise.

GPT-5 Codex: un asistente para los desarrolladores

Además, GPT-5 Codex permite que los desarrolladores trabajen de manera más autónoma en proyectos complejos, incluso durante varias horas seguidas, integrándose de forma natural en flujos de trabajo en la nube.

OpenAI agregó que estos agentes de IA están diseñados para colaborar con humanos, para aumentar la productividad sin reemplazar la supervisión profesional, y mostrar cómo la tecnología puede generar valor real manteniendo un uso responsable.

En lugar de reemplazar a los trabajadores, GPT-5 Codex demuestra que la inteligencia artificial puede actuar como un asistente, y aumentar la eficiencia de los profesionales, en lugar de amenazar sus empleos.

Además, el uso de la IA en tareas concretas y productivas demuestra su utilidad frente a aplicaciones más polémicas de la tecnología, como los deepfakes o casos de riesgo social, que generan críticas y dudas sobre su impacto y confiabilidad.

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