El reciente informe del MIT titulado "The GenAI Divide: State of AI in Business 2025" encendió las alarmas en Wall Street y reavivó un debate clave: ¿la inteligencia artificial es una oportunidad transformadora o una burbuja tecnológica inflada por expectativas irreales?
Según el estudio, apenas el 5% de los proyectos piloto de IA generativa consiguen un crecimiento significativo de ingresos. El 95% restante, en cambio, no logra pasar de la etapa de prueba sin un impacto económico concreto. Este desfase llevó a ventas masivas de acciones tecnológicas, con caídas notables en el índice Nasdaq y una reconfiguración de expectativas entre inversores y analistas.
El informe también identifica las causas de ese "divorcio" entre potencial y resultados: en la mayoría de los casos, la IA no se integra de manera fluida con los procesos internos de las compañías.
Más del 50% de los presupuestos de IA se destina a soluciones de ventas y marketing, mientras que las mayores oportunidades de retorno están en áreas administrativas y de back-office.
Y un dato importante: las implementaciones realizadas junto a proveedores especializados o a través de alianzas estratégicas tienen casi el doble de tasa de éxito que los desarrollos internos.
En ese escenario aparece Certronic, una empresa argentina que demuestra que la IA puede generar retorno de inversión real cuando se aplica a un problema complejo y concreto: la gestión documental y de contratistas.
El control de contratistas es, probablemente, uno de los ámbitos más difíciles de digitalizar. Cada mes se generan miles de documentos en distintos formatos y calidades, lo que obliga a procesar y organizar información muy diversa.
A esto se suman validaciones legales y operativas estrictas, que requieren precisión y cumplimiento normativo constante. Además, gran parte de la documentación contiene información sensible que debe ser detectada, extraída y cruzada en tiempo real para garantizar seguridad, trazabilidad y eficiencia en la gestión.
La IA de Certronic no es un adorno ni un experimento: es el núcleo que permite automatizar, validar y extraer datos de manera confiable, integrándose con múltiples tecnologías y adaptándose a los procesos de cada empresa.
La experiencia nos demuestra que las empresas no deberían intentar desarrollar internamente proyectos de inteligencia artificial desde cero. La diferencia está en elegir proveedores o socios estratégicos que ya dominen la complejidad técnica y que puedan acompañar la innovación de manera práctica. En Certronic trabajamos justamente para que la IA deje de ser una promesa y se transforme en resultados concretos.
El camino no fue sencillo. Para alcanzar una solución robusta, el equipo atravesó un proceso iterativo de prueba y error, ajustando modelos y validando tecnologías hasta conseguir un sistema escalable y seguro.
Tres claves para evitar la burbuja
De la experiencia de Certronic y de las conclusiones del MIT, emergen tres lecciones para las compañías que analizan invertir en IA:
Integración real: la IA debe acoplarse a los procesos, no forzar a la empresa a adaptarse al software
Foco operativo: los mayores retornos están en las áreas donde se manejan costos, riesgos y eficiencia
Elegir aliados estratégicos: el éxito no pasa por reinventar la rueda, sino por apoyarse en socios que ya hayan resuelto la complejidad técnica
El debate sobre si la IA es una burbuja o una oportunidad seguirá abierto en los mercados. Pero la experiencia muestra que cuando la tecnología se construye sobre necesidades reales y se implementa de la mano de especialistas, el retorno de inversión no es promesa sino resultado.
La diferencia entre inflar expectativas y generar valor está en cómo se encara la implementación. Y, en esa línea, Certronic es un ejemplo de que la IA útil, aplicada y con propósito no solo existe, sino que ya está transformando la gestión empresarial en América Latina y más allá.
*Por Francisco Costa, Fundador de Certronic