Tras el éxito del reciente stream del CONICET que captó la atención de todo el país, la institución vuelve a estar en el centro de la escena científica. Esta vez, de la mano de Ecolysium, una startup de Esquel que aplica microbiología y nanotecnología para desarrollar bioinsumos capaces de reducir el uso de agroquímicos en cultivos.
Ecolysium fue fundada por Ariel Marfetán, Omar Ordoñez y Micaela Pescuma, investigadores del CONICET-CIEFAP. La startup combina bacterias patagónicas y nanopartículas para crear soluciones "all-in-one" que funcionan como "fungicida, fertilizante y fitoestimulante", mejorando el rendimiento de los cultivos y fortificando los alimentos.
Más allá del laboratorio, la iniciativa demuestra cómo la investigación científica puede transformar la agricultura, generar empleo y apoyar a PYMEs locales. El proyecto combina innovación tecnológica con impacto económico y social, mostrando que la ciencia puede ser visible, útil y rentable.
Desde su fundación, la startup formó parte en diversos concursos, obteniendo reconocimientos destacados. Se llevó el primer puesto en el Smart Port Challenge 2024 de Bahía Blanca y también se impuso en el concurso de presemillas organizado por la Fundación Argentina de Nanotecnología.
Además, junto a Erisea (Promarine) de Puerto Madryn, ganó la etapa provincial del Concurso Emprendimiento Argentino 2025 y está programada para competir en la fase nacional en septiembre.
El surgimiento de Ecolysium
Ecolysium nació de la colaboración entre investigadores del CONICET-CIEFAP en Esquel: Ariel Marfetán, Omar Ordoñez y Micaela Pescuma. La idea surgió al observar la necesidad de "reducir el uso de agroquímicos sin comprometer la productividad de los cultivos", un desafío presente en muchos productores de la región.
Los fundadores comenzaron a experimentar con diferentes cepas de bacterias autóctonas de la Patagonia, buscando combinarlas con tecnologías modernas para obtener resultados más efectivos y sostenibles. El objetivo era "llevar la investigación científica directamente al campo", transformando descubrimientos de laboratorio en soluciones aplicables.
Durante los primeros años, el equipo trabajó intensivamente en pruebas de laboratorio y ensayos piloto, ajustando formulaciones y metodologías para maximizar la efectividad de los bioinsumos sin depender de agroquímicos tradicionales.
Paralelamente, evaluaron el impacto económico y social de su proyecto, convencidos de que la innovación debía generar beneficios tangibles para los productores y la región. La startup se diseñó desde el principio como un modelo que combina ciencia, sostenibilidad y desarrollo local.
Finalmente, tras varias iteraciones y pruebas exitosas, Ecolysium se consolidó como una startup con un producto listo para el mercado, capaz de aportar soluciones concretas a los desafíos de la agricultura moderna y de posicionar a Chubut como un polo de innovación biotecnológica.
El diferencial de la startup chubutense
El principal valor de Ecolysium está en su formulación "all-in-one", que combina bacterias patagónicas y nanopartículas. Según los investigadores, el producto funciona como "fungicida, fertilizante y fitoestimulante", ofreciendo varias soluciones en un solo bioinsumo y reduciendo la necesidad de químicos separados.
Otra característica distintiva es su enfoque en la fortificación de los alimentos, no solo en la protección de los cultivos. Esto permite que los productos finales sean más nutritivos y saludables, aportando un valor agregado que va más allá de la productividad agrícola.
La producción en Chubut permite aprovechar recursos locales y mantener un impacto económico regional, generando empleo y apoyando a PYMEs de la zona. Esto refuerza la idea de que la innovación científica puede ser útil y rentable para la comunidad.
El desarrollo del bioinsumo también se destaca por su sostenibilidad ambiental, al reemplazar gran parte de los agroquímicos tradicionales y reducir la contaminación de suelos y aguas. Esto posiciona a la startup como un referente en prácticas agrícolas responsables y alineadas con tendencias globales de agricultura sustentable.
Finalmente, la combinación de innovación tecnológica, impacto económico y conciencia ambiental convierte a Ecolysium en un proyecto único en la región, capaz de mostrar que la ciencia argentina puede generar soluciones concretas y visibles, conectando laboratorio, campo y mercado de manera eficiente.