Un gran porcentaje de nuestro día transcurre en un ámbito digital: trabajamos, compramos, gestionamos cuentas y nos entretenemos en Internet. Pero a medida que crece la conectividad, también aumentan los riesgos.
Por eso, cuidar la privacidad cuando navegamos ya no es solo una recomendación, sino una necesidad.
Lo más preocupante es que muchas veces no hace falta un hacker sofisticado para que tus datos terminen en manos equivocadas, solo hace falta un clic impulsivo o una contraseña débil.
En este escenario, ser concientes de los errores más comunes que pueden dejarnos expuestos son clave para no abrir la puerta a estafas, robos de información o intrusiones no deseadas. Estas son algunas de las cosas que no debemos hacer para estar seguros en Internet:
Los mensajes que simulan provenir de bancos, servicios de streaming o el correo pueden esconder trampas. Aunque parezcan legítimos, esos enlaces pueden dirigir a páginas falsas que capturan claves o descargan software malicioso. Si no se espera ese mensaje, es conveniente no abrirlo.
El clásico "123456" o usar el mismo password para todo son errores que pueden costar caro. Una sola filtración puede comprometer múltiples cuentas. Lo ideal es usar claves únicas, largas y con combinación de caracteres.
Las conexiones gratuitas en bares, aeropuertos o transporte público son prácticas, pero no seguras. Al usarlas, los datos pueden ser interceptados por terceros. Evitár acceder a cuentas sensibles o, al menos, usar una VPN.
Ignorar los updates del sistema operativo, apps o navegador es dejarle la puerta abierta a ataques conocidos. Esos parches existen justamente para cerrar vulnerabilidades que los delincuentes informáticos ya detectaron.
Sumar una capa extra de seguridad, como la autenticación en dos pasos (2FA), puede evitar que alguien acceda a las cuentas incluso si tiene la contraseña. Esta opción ya está disponible en la mayoría de servicios clave.
¿Una app de linterna que pide acceso al micrófono y contactos? Desconfiá. Muchas aplicaciones solicitan permisos que no necesitan para funcionar y luego venden esa información. Revisá qué aceptás al instalarlas o desde la configuración de tu celular.