Meta, el gigante propietario de Instagram, Facebook y WhatsApp, anunció la creación de un centro de datos de 5 gigavatios que se llamará Hyperion y estará ubicado en Luisiana, en los Estados Unidos.
El objetivo de la firma de Mark Zuckerberg es aumentar la capacidad de crear IA y conquistar aún más el terreno del sector, frente a referentes como OpenAI, xAI y Google.
La capacidad de computación es uno de los principales esfuerzos que realizan las empresas para entrenar modelos cada vez más demandantes.
Otro enfoque importante es la contratación de expertos en la materia y la posible adopción de una estrategia comercial que alejaría a Meta de su postura a favor del código abierto, defendida hasta el momento.
Actualmente, la mayoría de los centros de datos contienen cientos de megavatios de capacidad, por lo que las cifras de Meta son todo un reto.
Nuevo camino hacia la superinteligencia
Las nuevas inversiones de Meta se centran en la fuerza y capacidad energética e informática, como en el talento de su capital humano.
Por ejemplo, en las últimas semanas contrató a expertos de renombre de otras gigantes tecnológicas como OpenAI y DeepMind.
Incluso, Ruoming Pang, del gigante Apple, también figura entre los reclutados para esta importante misión.
Este nuevo equipo de trabajo se creó para alcanzar la "superinteligencia" con el objetivo de que la tecnología pueda realizar múltiples tareas de manera excelente, incluso mejor que los seres humanos.
La definición de este concepto depende mucho de los planes de cada empresa y cuando podría lograrse o qué repercusiones tendrá.
Meta dejó de lado su apuesta por el metaverso en el último año, para centrarse en la IA y crear uno de los laboratorios más potentes.
Comercialización, el nuevo objetivo de Meta
Pese al cambio de proyecto, Meta aún no se centró en la comercialización, decisión que sí ya fue adoptada por rivales del calibre de Anthropic o OpenAI.
Tanto Zuckerberg como su empresa defendieron los modelos de código abierto como una apuesta ideológica, frente a OpenAI o DeepMind, del gigante Google, que se convirtieron en proyectos comerciales herméticos, luego de ser organizaciones abiertas de investigación en sus inicios.