La inteligencia artificial se volvió una aliada clave para quienes buscan automatizar tareas, resolver dudas o generar contenido. Dentro de ese universo, ChatGPT se destaca como una de las herramientas más utilizadas por su capacidad para entender y responder preguntas de todo tipo.
Sin embargo, hay ciertos límites que conviene tener en cuenta. Ya sea por cuestiones legales, éticas o de seguridad, existen algunas consultas que no deberías hacerle nunca a un sistema de IA.
Qué cosas no deberías preguntarle a una IA como ChatGPT
Pedir o compartir información personal
Una de las primeras reglas al usar inteligencia artificial es no involucrar datos personales. Esto incluye direcciones, números de teléfono, claves o cualquier otra información sensible. La privacidad es una prioridad, tanto para los usuarios como para las plataformas.
Consultas sobre actividades ilegales
Las IA como ChatGPT están programadas para rechazar cualquier tipo de contenido relacionado con delitos. En este sentido, pedir instrucciones para hackear, evadir impuestos o fabricar sustancias ilegales no solo está prohibido, sino que también puede tener consecuencias legales.
Diagnóstico o tratamiento médico
Aunque ChatGPT puede brindar información general sobre temas de salud, no reemplaza a un médico. Hacer preguntas específicas sobre síntomas o solicitar un tratamiento puede ser riesgoso para el usuario.
Contenido ofensivo o discriminatorio
Las interacciones con inteligencia artificial deben mantenerse dentro de un marco de respeto. Como usuario, es importante evitar preguntas que incluyan mensajes de odio, violencia, discriminación o acoso. Este contenido va en contra de las políticas de uso de las plataformas.
Consejos financieros o decisiones de inversión
Si bien puede ofrecer información general sobre ahorro o finanzas personales, ChatGPT no es un asesor financiero. Por eso, no se recomienda usarlo para tomar decisiones importantes de inversión o manejo de dinero. En esos casos, lo mejor es consultar con un especialista.
Otro consejo importante, además de los cinco mencionados, es evitar preguntas sobre el futuro, ya que las respuestas de la IA están basadas en datos pasados y no constituyen predicciones confiables. Por esta razón, usarlas para tomar decisiones críticas —como apuestas o inversiones— puede ser un error.