Un nuevo invento argentino ganó terreno dentro del mercado ecológico e IT. Se trata de una estufa que genera calor sin necesidad de utilizar gas ni electricidad.
La familia Di Tomaso fue la creadora de este producto. Un padre y su hijo desarrollaron una estufa que no contamina, no requiere instalación y funciona con alcohol etílico común que se vende en las farmacias.
El objetivo de este producto es reducir los consumos de energía y aprovechar el uso del alcohol etílico, un combustible accesible y renovable.
La vida útil de la estufa supera los 10 años y, además, elimina los costos de mantenimiento y los riesgos asociados a las instalaciones tradicionales, ya que este tipo de modelo no emite gases tóxicos como el monóxido de carbono.
Este tipo de modelo es portátil y versátil. Algunos incluyen ruedas para mover el aparato según la necesidad, algo que evita tener que multiplicar dispositivos por cada habitación.
La estufa fue mejorada para funcionar de manera eficiente e incluye sistemas que evitan derrames y permiten regular el consumo y el calor según el ambiente.
El diseño también está pensado para que en verano se utilice como repelente, agregándoles distintos aceites como la citronela.
Un producto que sin gas ni electricidad
La estufa fue refinada hasta alcanzar un rendimiento óptimo, con sistemas anti derrame y reguladores de intensidad que permiten ajustar el consumo y el nivel de calor según el ambiente.
Luego de fabricar dos modelos, comenzaron a comercializar las estufas en un showroom montado en San Isidro.
Si bien, el producto se presentó como una opción "económica", hasta el momento se desconoce públicamente el precio final en el mercado.
El invento ya despertó el interés de consumidores y emprendedores que buscan alternativas sustentables para calefaccionar sus hogares.