Lino Barañao enfrentó muchos desafíos durante su gestión, como el recorte de presupuesto en su área durante la gestión de Macri. Igualmente recalcó que eso no implicó que eso fuera parte de una estrategia para desvirtuar a la ciencia nacional.

Por esa misma razón tuvo que confrontar el enojo de muchos sectores del sector de ciencia y tecnología, sobre todo del primero, pero logró sortear todas las críticas y situaciones.

Durante la gestión de Cambiemos en el poder, el mundo científico manifestó su enojo por los recortes de fondos en diversas oportunidades. Sin embargo, el secretario de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, reconoció que el presupuesto se redujo, pero opinó que "no es cierto que haya una política de atacar la ciencia".

"Voy a votar a Cambiemos, obviamente", anunció, y dijo que para él es importante plantear "qué tipo de ciencia queremos hacer". "Espero que cuando se cierren las listas y las pujas personales, empecemos a discutir un modelo de desarrollo del país porque estamos en una situación muy compleja. Nos estamos cayendo del mundo si no hacemos algo distinto", criticó. Para él, la ciencia y la tecnología son las herramientas para generar este cambio.

Sobre su continuidad en su actual puesto, declaró: "No. Quiero hacer un experimento de mostrar efectivamente que uno puede generar empleo en las economías regionales a partir de la ciencia y la tecnología", contó el funcionario. Además, señaló que cree que es positivo que haya cambios porque él está hace 16 años.

"Son 16 años sin poder criticar al gobierno de turno y eso, para un argentino, es intolerable", bromeó. Y dijo: "Hay gente que no tolera que yo haya hecho ese pasaje a pesar de que fue autorizado explícitamente con Cristina [Kirchner] . Hay un refrán que dice: 'el que avisa no traiciona' y yo avisé y tenía el pase libre", indicó La Nación.

"Algunos no tienen esta ideología, pero cuando el presupuesto se ajusta todos se alinean. No niego que el presupuesto sea más bajo y que tengamos dificultades, pero lo que digo es que este es un período de transición producto de una crisis económica", sostuvo. Para Barañao esta situación no se puede extender en el tiempo porque "el presupuesto para la ciencia es como el oxígeno para el cerebro". "Uno puede aguantar 2 o 3 minutos y no pasa nada, pero con diez minutos el daño es irreversible. Ahora está en un estado de emergencia", describió.

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