El teléfono celular es parte de nuestra vida y es allí en donde guardamos todos nuestros datos personales e incluso laborales.

Para mantener segura esa información es que siempre protegemos a los móviles con algún método de seguridad, como puede ser la huella digital o alguna clave.

Sin embargo, a pesar de todos los cuidados que tenemos, hay ocasiones en las que no podemos evitar estos robos. Es por eso que Ericsson tiene una nueva patente que intentará hacer todo lo posible para que esto no ocurra.

Se trata de una tecnología que utiliza varios elementos para detectar que el móvil está siendo robado.

En primer lugar, reconoce a la persona que lo está sosteniendo a través de su pulso, según informa ADSLZone. Si el que lo posee tiene un ritmo distinto al que tiene normalmente el dueño, entonces detectará que puede estar en manos ajenas y entrará en modo de baja fricción. Así el móvil, por ejemplo, empezaría a vibrar, y haría que fuese más difícil para un ladrón tomarlo. 

El modo de baja fricción, en teoría, ayudaría a evitar que sea fácil para los ladrones sustraer el móvil de un bolsillo. Este modo se activaría en función del tipo de material que detectase el dispositivo a su alrededor a través de los sensores (por ejemplo, una cartera, recibos de compra, etc), ajustando la fricción para que sea más resbaladizo mediante modificaciones en sus materiales.

También puede detectar entornos para saber si está en una mesa, en un sofá, etc. Todo esto se haría a través de la Inteligencia Artificial, usando elementos como el sensor de luminosidad, la cámara, el giroscopio, los micrófonos, etc.

Si bien la patente fue registrada hace unos meses, podría pasar mucho tiempo antes de que el fabricante decida incorporarla en alguno de sus teléfonos.

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