Warren Buffet, inversor estadounidense y empresario, es además actualmente el mayor accionista de Berkshire Hathaway, por lo que sus consejos a la hora de replantearnos nuestro futuro profesional son más que bienvenidos.

Recientemente dio una charla a estudiantes que estaban preocupados respecto a su carrera y Buffet dijo "Antes de pensar en escalar en la vida corporativa y en conseguir el currículum perfecto que nos proporciona el trabajo ideal en la compañía soñada, lo sensato es elegir aquella organización en la que haya personas que uno admira.

No tiene sentido decidirse por una empresa o un trabajo sólo porque éste vaya a quedar bien en nuestro currículum. Eso no se puede comparar con la fortuna de encontrar un jefe admirable que pueda abrirle la puerta a nuevas oportunidades. La idea es que decidamos trabajar con quien más admiramos. Y eso nos hará saltar cada mañana de la cama para ser felices en el trabajo y obtener buenos resultados".

Muchos pueden sorprenderse frente a estas declaraciones, pero no es un consejo nuevo. Hace unos 5 años William J. Raduchel, inversor, profesor profesor de economía en Harvard y ejecutivo en AOL Time Warner, Xerox o McGraw-Hill, aconseja que no hay que elegir un trabajo, sino a quien nos va a mandar: "Su primer jefe es el factor de éxito más importante de su carrera. Un superior que no confía en usted no le dará oportunidades para crecer".

Bajo esta mirada podemos entender que en una compañía mediocre, un buen jefe puede proteger, ayudar y motivar. En una buena compañía, un mal jefe nos puede frustar tanto a nivel personal como profesional. Ahora si estamos en una buena compañía y además tenemos la suerte de tener un buen jefe, nuestro potencial puede ser llevado hasta donde nos imaginemos.

Pensar en tener alguien capacitado al mando antes que tener un buen sueldo, ascensos u otros factores es cada vez más determinante cuando se busca trabajo. Las organizaciones se dan cuenta cada vez más que las exigencias hacia sus trabajadores no tienen que estar enfocadas únicamente hacia los valores de la firma, a la marca o a un proyecto.

Tener gente idónea en puestos de mando se ha convertido en un argumento de captación y retención de nuevo talento. El principio que dice que "la gente no se va de sus empresas, sino de sus jefes" toma cada vez más valor y no es poco frecuente saber de gente que rechaza un trabajo si cree que su jefe le dificultará su carrera.Tanto es así que muchos portales laborales han dejado de centrarse en ofrecer propuestas y han enfocado en evaluar la calidad de los jefes que le pueden tocar a uno.

El ambiente laboral que generan los directivos es cada vez más tenido en cuenta por las empresas, medido a través de encuestas de clima en las que se evalúa cuánto se preocupan los jefes por el desarrollo profesional y la creación de equipos, el ofrecimiento de tareas que ayuden a crecer o si tiene buen trato. Estas encuestas pueden ser usadas luego para promociones profesionales o bonos de salario.

El sistema GetaGreatBoss es un gran ejemplo de esto. Es un sistema de clasificación que ayuda a las personas que buscan empleo para identificar a los buenos líderes que se encuentran en las compañías. Fue creado en 2009 por Gavin Symanowitz sobre la base de que "las personas se unen a las empresas, pero se van de los jefes" y la clasificación se obtiene según los comentarios de los empleados en la plataforma.

Otras plataformas similares son Memo, que permite enviar mensajes anónimos sobre empleadores y jefes, o Yik Yak y Whisper, que permiten contar a los empleados cuánto cobran, como es el estilo de gestión de sus mandos y otras variables.

La clave para poder trabajar en un buen clima es evitar a los mandos que nos frustan, que nos generan estrés y que no nos permiten crecer personal y profesionalmente. El jefe actual tiene que ser un capacitador, un motivador y sobre todo un ser humano, que nos permita explotar todo nuestro potencial y generar sinergia, lejos del modelo represivo y castrador de las empresas del siglo pasado.

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