La automatización de procesos mediante el uso de robots de software, conocida con el término de RPA (Robotic Process Automation), pareciera ser el enemigo de los trabajadores, ya que desde hace algunos años se viene pronosticando que su finalidad es el reemplazo de la mano obra humana.

No obstante, y más allá que algunos empresarios tengan esta visión cortoplacista, hay otra foco en este avance tecnológico. Allí se plantean grandes desafíos y por lo tanto mejoras, no sólo en la productividad, sino en la vida laboral de las personas.

Un trabajo en el que la persona no puede agregar su valor particular, criterio y personalidad, no es una labor que se destaque por su gratificación profesional. Una actividad repetitiva y continua, retrae el crecimiento y pone un límite a la evolución de un trabajador.

RPA está pensado y diseñado para la ejecución de este tipo de tareas repetitivas en las que el discernimiento humano no es necesario y las tareas pueden realizarse a través de eventos lógicamente encadenados. Por lo tanto, esta tecnología no sólo no es un enemigo del trabajador, sino que si se la potencia y utiliza correctamente, puede ser un elemento de vital importancia en la mejora de las jornadas laborales y el aumento del valor que una persona puede aportar a una organización.

La educación juega en este punto un papel fundamental. Desarrollar nuevas capacidades que permitan aumentar el valor de la creatividad y potencial de las personas en el ámbito laboral no sólo representa más oportunidades, sino también otros beneficios relacionados con la realización y el ser más íntimo.

Se trata no solamente de adquirir nuevas habilidades, sino de poder desaprender las que ya no sirven, que cada persona pueda adaptarse a un contexto de cambio continuo, en donde ya no se debe ser el mejor en una tarea específica, sino que deba aprender nuevas habilidades y soltar las que no sirven, todo a un ritmo cada vez mayor. En este punto los robots son aliados que permiten poner foco en adquirir estos nuevos conocimientos y habilidades.

Es un desafío, sin dudas, para el mundo empresarial cambiar la mirada sobre esta incipiente tecnología, entenderla ya no como un modo de recortar recursos humanos, sino como un camino para mejorar el aporte de estos en las organizaciones. Dotar de esas personalidades diversas, eclécticas y creativas a las instituciones, sin dudas será una aporte invaluable.

Cabe destacar que de acuerdo con un informe de HFS Research, el mercado de RPA contemplando productos y servicios, alcanzará en 2019 los 433 millones de dólares y podría ascender a 1.2 mil millones en 2021, lo que indica una tasa de crecimiento anual del 36%, lo que ya marca tendencia indeclinable y con poder propio.

La tecnología ya encontró su camino de crecimiento, las empresas comenzaron a ver su potencial y los empresarios empiezan a interactuar con los costos y beneficios que puede acarrear este tipo de implementaciones.

El interrogante se da justamente en la importancia del ser humano y el uso de las tecnologías, si se utilizarán para mejorar las prácticas laborales de las personas y dar lugar a que puedan aumentar su bienestar y valor para los ecosistemas donde participen.

O de lo contrario, si los nuevos avances se verán solamente como vías de mejoras relacionadas con la rentabilidad a corto plazo. En definitiva, es el mismo debate de siempre, el lugar del ser humano en el mundo.

*Joaquín Paz Marchese es CBDO de VR4

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