El primer medicamento desarrollado por ingeniería genética vio la luz en el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y está destinado a personas con hemofilia B, las cuales carecen de una proteína fundamental para que la sangre coagule.

El laboratorio logró la reproducción artificial de la proteína con la actividad biológica necesaria para su aplicación terapéutica. A nivel mundial son muy pocas las farmacéuticas multinacionales que elaboran el medicamento y si bien faltan varias etapas para que se comercialice, el avance coloca a la institución a la vanguardia en el campo genético.

La hemofilia B es un trastorno sanguíneo a partir de la ausencia del Factor IX, las personas que la padecen están expuestas a padecer hemorragias espontáneas en articulaciones u órganos vitales, por lo que el tratamiento es de por vida.

Es una enfermedad muy rara, padecida generalmente por hombres, con una prevalencia de 1 cada 30 mil. La única opción terapéutica actual es recibir periódicamente un aporte externo de la proteína Factor IX, producido de plasma humano o de forma artificial mediante ingeniería genética.

Hasta ahora el mayor problema era que esas variantes no se producían en el país por lo que el medicamento debía ser importado, por lo que la noticia puede dar un gran alivio a los que padecen la enfermedad.

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