Argentina se consolida como en un referente en el desarrollo de videojuegos dentro de Latinoamérica, con estudios independientes que logran posicionar sus creaciones a nivel global.
Sin embargo, este segmento de la industria del entretenimiento enfrenta numerosos desafíos, desde dificultades para acceder a financiamiento hasta barreras económicas que afectan su competitividad.
Uno de los ejemplos más recientes de talento local es Dreamcore, un videojuego de terror psicológico desarrollado por el estudio Montraluz en colaboración con el publisher Tlön Industries, y que ya se encuentra disponible en plataformas como PC, PlayStation 5 y Xbox Series.
iProUP dialogó con Valentín Irribarren, desarrollador principal y fundador de Montraluz, y con Damián Hernaez, director de desarrollo y cofundador de Tlön Industries, para conocer de primera mano cómo es desarrollar videojuegos en Argentina y llevarlos al mercado global.
Desarrollar videojuegos desde Argentina: ventajas y desafíos
"Argentina es pionera en el desarrollo de videojuegos y una de las principales referentes en América Latina", explica Hernaez, destacando juegos icónicos como Preguntados, Master of Orion, Per Aspera y Storyteller, que han logrado reconocimiento internacional.
No obstante, a pesar del talento disponible, la industria enfrenta barreras que dificultan su crecimiento.
En ese sentido, el experto señala que "no existen ventajas claras de producir videojuegos en Argentina, ya que tanto la competencia por talento como el mercado objetivo son internacionales".
Además, menciona obstáculos como la distancia a los principales hubs internacionales, barreras culturales, altos impuestos y el cepo cambiario, que imponen un hándicap significativo para los desarrolladores locales.
De la idea al lanzamiento: el caso Dreamcore
Valentín Irribarren comenzó a desarrollar Dreamcore en 2021, plasmando sus primeras ideas en una carpeta de referencias.
"En junio de 2022 empecé con los primeros prototipos", comenta a iProUP. El juego finalmente fue lanzado en enero de 2025 en Steam, Xbox Series y PS5.
El financiamiento del proyecto fue clave para su concreción. "El desarrollo de Dreamcore fue financiado principalmente por Tlön Industries, un publisher argentino que invirtió en el proyecto", explica Hernaez.
En cuanto al equipo de trabajo, Montraluz contó con dos personas y el apoyo de freelancers, mientras que Tlön Industries involucró a un equipo de siete especialistas en publicación, soporte técnico y porting a consolas.
Argentina como hub de videojuegos: una industria con potencial
A pesar de las dificultades, Argentina mantiene su reputación como un centro de desarrollo de videojuegos en la región.
Según la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina (ADVA), el país cuenta con casi 1.500 profesionales activos y más de 200 estudios de desarrollo, según la Cámara Argentina de Desarrolladores de Videojuegos (CADEVI).
El talento argentino es altamente valorado, y muchos estudios trabajan con clientes internacionales.
El futuro del desarrollo de videojuegos en Argentina
El sector sigue creciendo a pesar de las dificultades. Sin embargo, los incentivos oficiales, como la Ley de Economía del Conocimiento, parecen no ser suficientes para impulsar a la industria. "No", responde tajante Hernaez al ser consultado sobre si estas medidas resultan efectivas para el sector.
Mientras tanto, proyectos como Dreamcore demuestran que es posible desarrollar videojuegos en Argentina y llegar al mercado global.
"Es increíble ver gente de todo el mundo sacando teorías, compartiendo rutas y logros", dice Irribarren, quien destaca la satisfacción de ver su trabajo reconocido internacionalmente.
Con más de tres nuevos niveles en desarrollo y una comunidad en crecimiento, Dreamcore es un ejemplo del potencial de la industria nacional. El desafío ahora es consolidarse y superar los obstáculos para competir en igualdad de condiciones en el mercado global.