Lo que hace algunos años parecía sacado de películas de ciencia ficción ya es una realidad. Es que la biometría y el control urbano mediante cámaras de seguridad es cada vez más profundo y avanza a pasos agigantados en Buenos Aires.

Actualmente, el gobierno porteño cuenta con 10.000 cámaras (7.3000 recientemente instaladas) distribuidas en calles de prioridad peatonal, estaciones de trenes y subtes, cruces de avenidas y espacios verdes.

De este total, 5989 cámaras de este "Gran hermano" serán controlado desde el nuevo Centro de Monitoreo Urbano (CMU), ubicado en Jorge Newbery 4218, Chacarita.

Tal como explica Clarín, el los próximos días también se sumarán las 4.000 cámaras que se encuentran en colectivos. En total, cada colectivo tiene cuatro dispositivos, utilizados por cuestiones de seguridad y como una herramienta para detectar y denunciar acoso en transporte público.

Allí trabajarán 92 personas, cada una con una pantalla curva equivalente a tres monitores, donde podrá controlar entre 12 y 16 cámaras que se elegirán según el "mapa del delito".

"En horas pico, se miran las que están ubicadas en los lugares de mayor concentración, como estaciones de trenes, avenidas o centros comerciales. Pero hay lugares que se monitorean todo el tiempo, como Constitución, Pompeya y la 9 de Julio, que son sitios conflictivos. Y existen alertas que nos indican que tenemos que mirar determinadas cámaras, por ejemplo llamados al 911, los agentes en las calles, por notas que vemos en los medios", explicó Raquel Cesanelli, comisario a cargo del CMU.

Respecto al reconocimiento facial, el vicejefe de Gobierno y encargado del Ministerio de Justicia y Seguridad, Diego Santilli, agregó que ya hubo "689 personas identificadas por este software", siempre personas buscadas por diferentes delitos. Además, "solo hubo 5 casos erróneos". En total, el gobierno tiene licencia para usar el software en 300 cámaras.

A pesar de levantar polémica sobre la violación de los derechos, entidades como la Organización de Naciones Unidas (ONU) planteó que este tipo de tecnología debe ser empleada con cuidado, para no violar la intimidad de los ciudadanos. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad advirtió en el mismo sentido.

En el futuro, esperan implementar otros softwares. Uno de ellos, el predictivo, que asocie determinados movimientos. Por ejemplo, que detecte vehículos circulando en contramano o a altísimas velocidad, o una riña en cercanías a un boliche. El sistema emitiría un alerta, luego la cámara debería ser chequeada por un operador.

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