La empresa estadounidense Mirror desarrolló un espejo inteligente que permite transformar el living de una casa en un gimnasio interactivo.
Además, se pueden tomar clases personalizadas interactivas. Esto se logra a través de un micrófono y una cámara que están incorporados en el hardware, y así se pueden tener sesiones de entrenamiento individuales con un entrenador personal certificado, donde los usuarios pueden verlo y guiarse a través de los diversos tipos de entrenamientos.
En cuanto a los costos, cada sesión vale entre 40 y 75 dólares, dependiendo de la experiencia del profesor.
Una vez adaptado al sistema, Mirror recomienda otro tipo de actividades físicas; todo depende del rendimiento del usuario. Por ejemplo yoga, pilates, barra, boxeo o estiramiento, con aproximadamente cinco niveles de dificultad.
Si se logran los objetivos, el espejo te alentará a tomar nuevos desafíos. Y, a la inversa, si no se logran las metas, recomendará clases más sencillas. También se puede especificar si hay alguna dolencia o lesión para hacer trabajos que no molesten a esa parte del cuerpo.
Brynn Putnam, el CEO y fundador de Mirror, dijo a TechCrunch que se trata de un "gimnasio completo para el hogar en un elegante artículo de alto diseño".
Mirror cuesta 1500 dólares y en Estados Unidos lo ofrecen con una suscripción mensual que permite al usuario navegar por las clases de ejercicios, marcar su progreso y medirse con otros usuarios.