"Los trabajadores de plataformas digitales representan al 1% de los ocupados a escala nacional, que obtienen ingresos en la Argentina", sentencia el informe.

"Esa cifra engloba realidades muy diferentes de productos y servicios, que van desde la persona que transporta pasajeros en su vehículo hasta quien diseña piezas gráficas en su hogar o la persona que pone en alquiler temporario una habitación en su departamento", agrega.

El trabajo se llama "Economía de plataformas y empleo. Cómo es trabajar para una App en Argentina", y sus autores son Javier Madariaga, César Buenadicha, Erika Molina, y Christoph Ernst. Javier Madariaga, coordinador del Programa de Ciudades de Cippec, comenta que "en los últimos años hay una tendencia a simplificar el fenómeno. La economía de plataformas es variada. Existen varias categorías, entre ellas la de los servicios virtuales, como diseño gráfico, que no requieren que el trabajador se desplace y a través de la cual se puede trabajar globalmente".

Contención laboral

Por otro lado, están los servicios físicos de baja complejidad, que llegan hoy a emplear a 126.000 personas. "En las plataformas de baja calificación está el riesgo de la precarización, aunque hoy cumplen un rol de contención social frente al desempleo", agrega Madariaga.

El gran desafío entonces es regulatorio, donde "el principal responsable es el Estado, que debe proteger los derechos de los trabajadores sin atentar contra la innovación", dice Madariaga. Pero también está el desafío de bajar los altísimos costos laborales que llevan en muchos casos a la evasión y a la desprotección de los trabajadores.

Según la investigación, que realizó una encuesta entre más de 600 trabajadores de las doce principales plataformas que operan en Argentina, sólo la mitad realiza aportes previsionales. El 85% dice estar satisfecho con este tipo de ocupación, y 2 de cada 10 encuestados dijo que su motivación principal para trabajar en una plataforma fue la dificultad para conseguir otro tipo de empleo.

El nivel de ingresos difiere según el servicio prestado y la plataforma. "Incluso, dentro de una misma plataforma, hay fuertes diferencias, ya que el tiempo dedicado y la cantidad de trabajos aceptados varían. Sin embargo, para la mayoría de las personas encuestadas (60%), la plataforma es su principal fuente de ingresos y es determinante para sostener sus gastos habituales", dice el informe.

"Para el 60% de los trabajadores el empleo en estas plataformas es su principal ingreso. Un 20% de ellos llegó al país en los últimos 5 años", continúa Madariaga. Esta salida laboral funciona como un amortiguador de la crisis económica y de la baja de empleos. Pero es a corto plazo, por lo que debería migrar hacia las plataformas de alta calificación a través de la incorporación de conocimientos. "En el futuro ya no habrá choferes sino autos autónomos, ni habrá gente que haga el delivery porque se reemplazarán por ejemplo por drones. La automatización de este tipo de empleos es inevitable", agrega.

Identidad digital

Mientras que los trabajadores de las plataformas digitales logran una identidad digital a través de la reputación que se van ganando, uno de los problemas actuales es que esa reputación no les pertenece, no es portable. "Hay que crear una identidad digital portable que sea propiedad del trabajador", recomienda Madariaga.

El estudio también revela que la edad promedio es de 38 años.

En cuanto al nivel educativo, si bien varía según la plataforma, estos trabajadores tienden a ser más educados que la población ocupada general, indicó La Nación.

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