Una de las mayores diferencias entre el PM y el DPM es que el primero se basa más en productos convencionales. El Digital Project Manager está enfocado en productos en entornos digitales y posee más conocimiento tecnológico, más acorde a las demandas actuales que los nuevos hábitos de consumo imponen, según una nota del sitio Puro Marketing.  

En la fase de creación y validación, el DPM lo hace más rápidamente al centrarse en conversar con clientes reales y hacer pruebas de lanzamiento que ahorran costos. Utilizan metodologías ágiles y conocimientos de UX Design y Design Thinking, prototipado, validación en el mercado y test A/B. Con sus conocimientos tecnológicos pueden aplicar técnicas de productividad GTD, funnel de compra, establecer KPIs de control y disponer gran volumen de datos de mercado y de comportamientos de usuarios.

Los DPM supervisan los nuevos productos que se desarrollan desde el inicio hasta el lanzamiento. Utilizan datos de mercado, administran productos existentes e identifican formas de mejorar los productos en base a opiniones de clientes. A su vez pueden planificar campañas de lanzamiento de productos, contactar con los consumidores y descubrir qué buscan en los productos digitales.

Actúan como mediador entre consumidores y equipos técnicos, traduciendo las necesidades de los consumidores para generar nuevas características del producto. Suelen conocer las funciones del desarrollo web y pueden realizar un mantenimiento web básico para que el sitio funcione.

En la economía digital, el pensamiento de gestión de productos digitales permite integrar análisis, modelos de negocio, coordinación y pensamiento de diseño a las estrategias. Un PM debe tener una combinación de habilidades de negociación y economía empresarial, las cuales son esenciales para el éxito.

Los DPM exitosos usan sus habilidades de liderazgo e inteligencia emocional para ayudar a sus equipos a trabajar bien juntos y lograr el mejor rendimiento posible. En resumen, un DPM es un profesional  encargado de optimizar al máximo los productos de la empresa, con conocimientos tecnológicos avanzados y con la capacidad de probar y analizar los productos para ofrecer la mejor experiencia al cliente.

Esperamos que con estos conceptos te quede más claro el lugar que este tipo de perfiles ocupan hoy en el panorama laboral globalizado y cada vez más apuntado a lo digital.

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