Entrevista con Julián Colombo, CEO y fundador de la empresa de software N5
/https://assets.iproup.com/assets/jpg/2024/07/39253.jpg)
Las oficinas de N5 ubicadas en pleno barrio de Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estaban colmadas aquel día, revolucionadas por la llegada de su CEO, a quién muchos conocen solo por videollamada.
Julián Colombo creó N5 en 2017 como una empresa de software especializada en la industria financiera, luego de casi 20 años trabajando en el Banco Santander, compañía en la que hizo carrera.
En épocas prepandémicas, fue de los primeros en impulsar la virtualidad, el modelo híbrido y la descentralización, como estructura interna, pero se vio obligado a colocar oficinas porque en ese entonces sonaba a que era "una empresa pirata".
Solo siete años después, se jacta de haber fundado una compañía
"que empezó con u$s 100 y hoy vale u$s100 millones"
presente en más de 15 países y contando
con 323 colaboradores de todo el mundo
tasas de crecimiento de 200% anual
Luego de muchos años en la industria, Colombo identificó el gran problema del sistema bancario al que resume como: "entropía tecnológica o la tendencia a la desorganización de los sistemas, porque los bancos son empresas que se compran entre sí y que tiene negocios internos que no se interrelacionan:
son distintos
todos importantes
cada uno con su propio software
Además, se trata de una industria aversa al riesgo, porque lo administran, manejan lo más sensible que hay que es el dinero de las personas. Son cagones pero no boludos y cuando alguien corrió el riesgo por ellos se animan", dictaminó.
Su primer cliente, en 2017, fue un banco de Panamá, el Credicorp Bank, que apostó en su fundador casi a ciegas y con el pedido previo de un adelanto para las licencias: "duplicaron su cuota de mercado", recordó Colombo entusiasmado.
Parte del progreso puede tener que ver con la llegada de las fintech, que obligó a los bancos a competir, sumado a la ansiedad de esta época y N5 era "la alternativa
Hoy vale u$s 100 millones, hay países donde tenemos 70% del mercado y lista de espera, algo que parece un mal negocio, pero que busca atender al cliente cuando pueda garantizar su éxito, porque estamos obsesionados con su éxito. Quiero que:
aumente su market share
la acción suba
que asciendan a quien tomó la decisión"
Más allá de esto, para Colombo la rapidez en estas épocas, por lo que garantizan el desarrollo del producto en 100 días y entregas constantes, cada 30, con el aval de Latam Services Association, "que dice que a las empresas que compran nuestro CRM les va mejor en términos de retorno de la inversión, chapeó.
"Cuando fundé N5 no definí la cultura, entendí que la misma debía ser emergente, algo que va en relación con nuestra decisión, ni bien comenzamos, de que nuestro trabajo iba a ser remoto, lo cual tiene un costo", recordó Colombo.
Explica que la cultura necesita de la observación y eso se dificulta en la no presencialidad, por lo que remarca dos acciones "pequeñas pero relevantes" y ambas, a pesar de ser virtuales, son declarativas.
"Todos los jueves hacemos una all call donde estamos los 323, le damos la bienvenida a los nuevos y hacemos avisos parroquiales", destacó Colombo como el primer punto y aseguró que el único motivo para ausentarse es estar con un cliente.
"Lo segundo, es que cada ingresante recibe un llamado mio con 3 mensajes:
podés llamarme cuando quieras, no necesitás permiso
no hay un centro neurálgico de la compañía
nada te distingue de los que hoy son socios"
La política de Colombo entiende que cada colaborador es un potencial socio, de hecho, recuerda el caso de la actual COO, María Bellati, quien "llegó para abrir la oficina en Buenos Aires y hoy tiene a su cargo el 63% de los recursos". "Yo tengo el 37%", apunta.
"Cuando hicimos encuestas descubrimos que era difícil resumir la cultura de N5, cada uno ponía una respuesta distinta, pero cuando preguntamos quiénes representaban esa cultura salían los mismos 3 nombres y en el último año hicimos socios a 6 personas. Todos entraron en la posición más baja", rememoró.
"En una empresa como esta, cuando alguien recibe un aumento, se cede patrimonio y riqueza porque se valora más su contribución, siempre hago el chiste, no tengo un jet sky y cada vez que hay un socio nuevo, es plata con la que me lo podría haber comprado", bromeó el fundador.
Al ser consultado sobre los ‘requisitos’ para pasar a ser uno de los 6 socios actuales o de los próximos 3 que esperan ponderar en el mediano plazo, Colombo confiesa que él solo formaliza lo evidente, porque "existe gente que actúa como un socio:
le da rabia que algo salga mal
su autoestima está ligado a la calidad de su trabajo
un tipo que apaga la luz cuando sale de la oficina
un tipo que tiene como prioridad el reclamo del cliente
alguien que se emociona cuando habla de la compañía
Sus aspiraciones están ligadas a la manera en la que vive su trabajo, al cual lo califica como indivisible de su vida personal, alega trabajar "de lunes a domingos, todos los días del año" y hasta tener la oficina arriba de su casa en Brasil porque lo que hace "es lo que más me gusta".
"Cuando veo gente preocupada por esa separación entre la vida personal y la laboral, yo leo ‘ahí hay un tipo que no es feliz en lo que hace’" dictaminó Colombo quien, de todas formas, comprende la posibilidad de diversas condiciones de origen de las personas.