La pelea comercial entre Estados Unidos y China, representadas respectivamente con Google y Huawei es la punta del iceberg del conflicto que amenaza con elevar los precios de la electrónica de consumo entre un 10 y 15%.

La prohibición de uso de dispositivos Huawei en Estados Unidos impactará directamente en los costos de producción de otras empresas de electrónica chinas y norteamericanas. Expertos aseguran que los costos para Apple de llevar la producción del iPhone desde las plantas de Foxconn en Shenzhen a Estados Unidos el costo de sus teléfonos debería subir un 14% para compensar el costo de la mano de obra local. Asímismo Bank Of America estima que Apple debería cobrar un 20% extra para compensar los costos de producción en suelo norteamericano.

La revista Wire afirma que ante este escenario "podría resultar más barato para Apple simplemente seguir construyéndolos en China y pagar las tarifas". A esto se sumaría la caída de ventas en China de todos los productos norteamericanos, incluyendo a Google e Intel.

Otros países como India, Vietnam, Taiwan y Corea del Sur podrían aprovechar el momento para captar inversiones, si bien el establecimiento de fábricas lleva un tiempo. Otra de las consecuencias de la exclusión de Huawei será el retraso del despliegue del 5G por ser una de las compañías chinas que está más avanzada en el desarrollo de esta tecnología.

El gobierno de Xi Jinping podría responder al de Trump subiendo los costos de las manufacturas y componentes que se producen en el gigante asiático afectando directamente al resto de los fabricantes.

Esto es parte de los efectos colaterales de la decisión de Google de suspender los negocios que impliquen transferencia de hardware, software y servicios técnicos a Huawei, con excepción de las licencias de código abierto lo que haría que los dispositivos Android no participen más de las actualizaciones. Otras tecnológicas norteamericanas que se suman a esta decisión de la administración Trump son Intel, Microsoft, Facebook o Amazon.

A Google se le concedió un periodo de gracia de tres meses, a lo que Huawei informó que se comprometen a "seguir proporcionando actualizaciones de seguridad y servicios postventa a todos los smartphones, tabletas y dispositivos Huawei y Honor, tanto a los que ya se hayan vendido como a los que siguen estando en stock en todo el mundo". A su vez Reuters informó que "los abogados de Huawei están evaluando también el impacto de las acciones del Departamento de Comercio"

Google a través de un comunicado recalcó que cumple con las normas estadounidenses pero dejó en claro que "para los usuarios de nuestros servicios, Google Play y las medidas de seguridad de Google Play Protect continuarán funcionando en los dispositivos Huawei existentes".

La organización de consumidores Facua advirtió a los usuarios de Huawei que tendrán derecho a compensaciones si sus dispositivos perdieran funcionalidad por culpa de la lucha comercial entre Google y el fabricante chino. Asimismo, abogados de la asesoría Legalitas afirman que las empresa que venden un "aparato físico" también venden el sistema operativo, imprescindible para que el dispositivo funcione. Por esta razón los juristas sugieren a los usuarios de Huawei que comiencen las acciones legales contra la marca o quejarse ante los organismos de consumo en caso de que sus teléfonos queden desactualizados.  

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