Durante la segunda mitad de 2023 la Unión Europea (UE) concluyó el proceso de regulación del uso de la inteligencia artificial iniciado dos años antes, y de esta forma se convirtió en la primera ley integral sobre IA del mundo. La misma entrará en vigor en 2026, pero se aplicará por fases.
El espíritu de la misma permite o prohíbe el uso de la tecnología en función del riesgo que suponga para las personas y que busca impulsar a la industria europea frente a gigantes como China y Estados Unidos.
Uno de los puntos más controversiales es el uso que las fuerzas del orden pueden hacer de las cámaras de identificación biométrica en espacios públicos para garantizar la seguridad nacional. Las mismas requerirán una autorización judicial que contemple que hay una amenaza terrorista "genuina y previsible" o "genuina y presente".
Entre dichos puntos, prohíbe todos los sistemas de categorización biométrica por creencias políticas, religiosas, filosóficas o por su raza y orientación sexual; así como también los sistemas para generar bases de datos faciales a través de internet o de grabaciones audiovisuales.
En diálogo con iProUP, Andrés Piazza, miembro del Directorio de la Liga del Bien de IA, indica que "en Argentina ya habían 3 iniciativas para promover una ley sobre IA, aunque ninguna ha avanzado en el Congreso".
Según enumera Piazza, las tres iniciativas para promover una ley sober Inteligencia Artificial son las siguientes:
Por otro lado, en los últimos días se dio a conocer un proyecto más reciente de autoría de Maximiliano Ferraro, Presidente de la Coalición Cívica, sobre Responsabilidad Algorítmica, Promoción de la Robótica e Inteligencia Artificial.
En esta línea, Piazza explica que se puede identificar que el ecosistema legislativo argentino tiene un interés legítimo en generar un marco regulatorio local para esta actividad.
"Al mismo tiempo, no ha existido un debate comprensivo de los diferentes fenómenos, actores, dilemas y desafíos que argentina tiene tanto sobre la regulación específica de inteligencia artificial como de las pre condiciones (seguridad, privacidad, data governance, etc)", añade.
En este sentido, el especialista asegura que no hay garantías de cuándo podría tratarse este tema a nivel legislativo y si alguna de estas iniciativas será la base de una ley finalmente efectiva.
"Por lo pronto, estamos en un momento bisagra a nivel político por un cambio de gobierno que aún está definiendo las bases de su política económica y social; por lo que no veo que este tema pueda estar en su agenda en el corto plazo", destaca.
Según explica Piazza, con cada avance tecnológico, algunos actores (generalmente los responsables de su desarrollo, que habitualmente son empresas) se ubican en una posición de ventaja respecto a sus competidores y otros actores, como la sociedad en general.
"Si bien esto no significa necesariamente que las mismas actúen de manera poco ética ante el nuevo escenario, siempre es importante que se generen marcos regulatorios que definan cómo se establecen esas relaciones de poder", resalta.
Es por esto que, según indica el especialista, desde la Liga del Bien de la Inteligencia Artificial, una iniciativa multisectorial, "hemos identificado que en este paradigma no están enfrentadas la regulación con la innovación".
Además, es de suma importancia que estos marcos legales sean el resultado de una conversación entre todas las partes involucradas y no sean definidos unilateralmente por cuestiones políticas.
"En este momento que en Argentina están emergiendo los primeros proyectos de ley para regular la IA, sería bueno que cuando haya una normativa local trate de preservar el espíritu del antecedente de Europa, bajo la premisa de que no es posible innovar de manera sostenible sin atención a la dimensión humana y sin una regulación capaz de contener y fomentar el progreso", concluye el especialista.