Luego de ser brevemente despedido de la junta directiva de OpenAI en noviembre de 2023, Sam Altman fue restituido a los pocos días como CEO de la empresa.
Este accionar llamó la atención de la comunidad tecnológica y levantó sospechas entre las autoridades gubernamentales de los Estados Unidos.
Por esta razón, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) abrió una investigación contra el ejecutivo para determinar si los inversores fueron engañados a partir de esta jugada.
El organismo habría examinado las comunicaciones y registros internos de Altman y otros ejecutivos de la compañía matriz de la inteligencia artificial ChatGPT como parte de la investigación, según un reporte de Wall Street Journal.
Los agentes emitieron una citación a la compañía en diciembre, luego de la repentina destitución, y posterior restitución, del ejecutivo de su cargo directivo a fines de 2023. En aquel entonces, el despido duró menos de una semana.
La reentrada del cofundador se produjo gracias a más de 700 empleados de la firma que amenazaron con renunciar si Altman no regresaba a su puesto de directivo. De hecho, Microsoft, que respalda a OpenAI, también se puso del lado de Altman.
El informe puntualizó que la SEC no reveló ninguna declaración o comunicación puntual de Altman potencialmente engañosa, aunque la SEC dio a conocer que solicitaron a otros ejecutivos de OpenAI conservar los documentos internos.
La investigación se suma al escrutinio que ya enfrenta por sus prácticas de recolección de datos con motivo de optimizar a sus modelos de inteligencia artificial.
En enero de este año, la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. anunció el inicio de una investigación en su contra por sus prácticas de competencia. En Reino Unido, los reguladores también investigan a la compañía de Altman por su relación con Microsoft.
Altman también está en la mira por su iniciativa Worldcoin, que ofrece recompensas en tokens del proyecto a cambio de facilitar datos biométricos escaneados vía el iris de los ojos.