La disrupción tecnológica avanza a un ritmo alarmante y en respuesta a esto se dio un aumento en "ansiedad tecnológica", según el estudio "Prioridades de tecnología de los líderes 2024", de la consultora global de transformación digital Kin Carta.
Los líderes empresarios viven en un permanente vértigo. La incertidumbre está en todas partes y las transiciones políticas y los cambios regulatorios que se viven a nivel global tienen una complejidad sin precedentes
En esta línea, el relevamiento de Kin Carta observó que la seguridad cibernética (24%) es la fuente más común de ansiedad para los líderes, que se da en un momento de una sofisticación creciente de los ciberataques.
El segundo tópico que más les preocupa es Inteligencia Artificial y Machine Learning (19%), fundamentalmente por tratarse de una tecnología que está moviéndose "demasiado rápido".
En diálogo con iProUP, Florencia Sardi, Managing Director Argentina, Kin Carta, resalta la importancia de que las empresas capaciten a sus trabajadores en IA y sus cambios, adaptando el nivel de capacitación según el grado de uso de la IA en las operaciones de la empresa.
Un dato, recogido del estudio, que resulta especialmente llamativo es que sólo el 30% de los líderes confía completamente en los datos de su empresa. Mientras que algunas organizaciones luchan con datos fragmentados y aislados, la necesidad de establecer una única fuente de validez se volvió primordial.
"Tener una base de datos robusta es fundamental para lo que está por venir. El potencial de la Inteligencia Artificial sólo puede realizarse plenamente cuando se alimenta de datos de alta calidad", explica Sardi.
Es por esto que una de las conclusiones del estudio es que, cada vez más líderes deben tener no sólo comprensión sino también estar actualizados acerca de temas tecnológicos para lograr captar las demandas y oportunidades apremiantes de la transformación.
Si bien el 94% de los líderes, pertenecientes a todo tipo de industria y tamaño ya tienen una estrategia de transformación digital, Sardi asegura que no se trata solamente de incorporar una tecnología sino que se trata de "un cambio cultural profundo en los procesos y de la estructura de la organización".
En este sentido, la ejecutiva afirma que la transformación digital es un proceso dinámico que no tiene un punto final, sino que implica una implementación constante de cambios para mantenerse al día con las demandas del mercado y las tecnologías emergentes.
"Para que este proceso dé resultado, tiene que haber un cambio estructural que dé soporte a los cambios. Los empleados se tienen que capacitar para poder adaptarse a esta transformación", concluye.