La transformación digital se volvió esencial para el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, en un escenario empresarial cada vez más globalizado.
En ese contexto, la implementación de soluciones ERP world-class localizadas a nivel regional emerge como un elemento clave en este proceso, al permitir a las compañías del segmento competir eficazmente en mercados internacionales.
En diálogo con iProUP, Alejandra Oniszczuk, Socia y Directora de AW Global, expresa que la digitalización ya no es un salto hacia el futuro, sino un paso crucial en el presente para cualquier pyme que aspire a escalar su negocio.
Para la especialista, la adopción de tecnologías avanzadas no solo es estratégica sino también necesaria para las pymes que buscan prosperar en entornos empresariales dinámicos, competitivos y sobre todo diversos.
En ese marco, contar con un ERP localizado no solo impulsa la eficiencia operativa, sino que también facilita a las empresas cumplir con requisitos regulatorios específicos de cada país.
Ademásm, Oniszczuk añade que "las pymes que aún dudan en dar el paso hacia la digitalización deben comprender que no se trata simplemente de seguir una tendencia, sino de abrazar una necesidad imperante para la competitividad actual".
En esta línea, el consejo sería contar con la automatización de los procesos core del negocio, disponer de un mapa de sistemas que ordene y maneje los datos e indicadores de la organización, e implementar un plan de mantenimiento tecnológico transversal a la operación.
Estos pasos se configuran hoy como los puntos básicos para mantener la competitividad en el mercado.
Las ventajas para una pyme con un ERP word class, para Oniszczuk, son sustanciales. Al contar con un único socio estratégico, la compañía puede optimizar sus procesos de manera excepcional.
"En el caso de AW Global, no solo estudiamos y entendemos a fondo las complejidades de cada mercado en el que opera la compañía, sino que brindamos la posibilidad de contar con una mirada local dentro de un enfoque regional", expresa la directora de la empresa.
En este sentido, precisa que, la singularidad de esta aproximación elimina la necesidad de coordinar múltiples proveedores y garantiza una comprensión profunda de los requisitos específicos de cada región, permitiendo a la pyme centrarse en su core business mientras experimenta mejoras significativas en la gestión de datos y procesos operativos.
"Así, las organizaciones pueden expandirse sin complejidades en cuanto a cuestiones administrativas, contables e impositivas en cada región", destaca.
Por otro lado, la especialista explica que cada país tiene sus reglas propias y un ERP de primera línea con localización regional permite que -en el momento de la expansión- la gestión sea simple y la empresa pueda abocarse únicamente al negocio y no a cuestiones de adaptación de su sistema a la normativa de cada país.
En términos de eficiencia, Oniszczuk resalta que los resultados son prácticamente inmediatos y la implementación de un ERP permite a la pyme adaptar su negocio a los procesos estándar de un producto y seguir en la línea de evolución que éste marca.
"A mayor flexibilidad y capacidad de adaptación, más acotación de los plazos. Los sistemas marcan la excelencia en procesos: la gestión del cambio y la gestión tecnológica son la unión clave para la consecución de resultados", concluye.