La impresión 3D suma importantes empresas de distintas ramas en la Argentina, un sector que hace realidad el diseño y desarrollo de juguetes, accesorios y hasta órganos humanos.

Sus diferenciales comenzaron a ser usados en la biotecnología, una rama de las ciencias biológicas que consiste en aplicar tecnología a sistemas biológicos y organismos vivos, o sus derivados, que, en conjunto, posibilitan la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos. 

Bajo estos dos rubros, el de la impresión 3D y la biotecnología, es como nació Stämm, una empresa acelerada por GridX e Indie Bio que busca multiplicar la eficiencia, flexibilidad y descentralización de la manufactura de productos biotecnológicos para la industria farmacéutica y alimenticia.

La empresa fue fundada en 2016, luego de que sus fundadores, los primos Yuyo Llamazares y Federico D’Alvia Vegh trabajasen durante años en el rubro de la cerveza junto a su abuelo. Después de un tiempo en el negocio, vieron otra oportnidad de negocio en la biomanufactura: la cantidad de energía orgánica es cada vez más reducida a nivel global.

"Aunque brindó a la humanidad innumerables soluciones, ahora mantiene un modelo de producción cada vez más ineficiente para la innovación en campos que dependen de los bioprocesos para evolucionar, como las industrias de la salud, la alimentación y la energía", expresan desde Stämm a iProUP.

Llamazares, con experiencia en diversas disciplinas como la microbiología, la biología sintética, la fitopatología, la nanotecnología y los microfluidos, decidió centrar su atención en resolver este problema junto a D´Alivia Vegh y, con el apoyo de diversos partners, la firma logró dar un salto cualitativo y acrecentar su negocio, el cual ya cuenta con investigadores e informáticos que trabajan en su día a día.

Stämm  es una empresa argentina de biotecnología e impresión 3D dedicada a multiplicar la eficiencia, flexibilidad y descentralización de la manufactura de productos biotecnológicos en la industria farmacéutica

Impresión 3D: cómo la utiliza Stämm para ‘bioproducir’ productos agrícolas y hasta comestibles

Desde Stämm comentan que el objetivo de su negocio es "descentralizar los bioprocesos y democratizar el acceso a los productos biotecnológicos, para permitirle a nuestros partners centrarse en descubrimientos disruptivos que tengan impacto en la vida de las personas".

Un bioproceso es cuando se utilizan células, o sus componentes, para obtener productos deseados. Se tratan de procesos cruciales para la industria farmacéutica, alimentaria y agrícola, entre otras, utilizados para crear productos farmacéuticos, químicos, agrícolas y hasta combustibles, a partir de recursos renovables.

Sin embargo, explican que la forma actual en la que se emplea la biomanufactura está "creando un enorme cuello de botella" para estas industrias. Al respecto, indican que hay tres grandes áreas de trabajo que deben mejorarse drásticamente: 

Básicamente, la forma actual de biomanufactura consiste en grandes biorreactores dependientes de grandes instalaciones, insumos y equipos que requieren mucha energía. Al tratarse de procesos que requieren de refrigeración (para mantener la temperatura de las células a niveles acordes) y de revisión constante de las máquinas para esterilización (ya que se trabaja por lotes), la andadura del negocio es más compleja.

En este contexto, Stämm aparece como una empresa que busca darle una solución fácil, escalable y repetible a la biomanufactura: "Hemos desarrollado la primera metodología para la producción industrial continua de productos biológicos y terapias celulares aprovechando la tecnología microfluídica y la impresión 3D".

Y agregan: "imitando el uso que hace la naturaleza del flujo laminar, reducimos el tamaño de una instalación biotecnológica completa a una unidad de escritorio todo en uno llamada Bioprocesador".

La empresa desarrolló la primera metodología para la producción industrial de productos biológicos y terapias celulares aprovechando la tecnología microfluídica y la impresión 3D

Bioimpresión 3D: cómo la emplea Stämm para conservar y reproducir células y tejido orgánico

El Bioprocesador es un sistema que produce cosechas diarias y mantiene las células con la máxima eficiencia mediante el control de parámetros microambientales, como el medio de cultivo, el pH, el oxígeno disuelto y la densidad celular, inline y online.

Para ello, utiliza instrumentos de fabricación aditiva con tintas permeables al gas, herméticas al agua y biocompatibles y un dispositivo de tipo cartucho reemplazable que proporciona flujos constantes de células disponibles para inocular en el sistema

Estos microcanales mantienen las células en un flujo laminar continuo, unidireccional y posibilitan una mezcla perfecta entre microorganismos, lo que les permite su autoconservación y reproducción sistemática.

Es así como, mediante la manipulación de células, Stämm se encarga de producir anticuerpos y terapias celulares, entre otros desarrollos, para los sectores mencionados.

"Mientras desarrollábamos nuestro Bioprocesador, nos cruzamos con un obstáculo: no existía ninguna máquina que pudiera materializar un microbiorreactor. Considerando su complejidad, llegamos a la conclusión de que la impresión 3D era la tecnología adecuada para realizar este proyecto", detallan desde la biotech a iProUP, sobre la concreción de la idea.

Tras un período de análisis de las tecnologías de impresión 3D disponibles en el mercado, decidieron desarrollar su propia tecnología de impresión en bloque; el Brick Printing, que aprovecha las ventajas de imprimir millones de píxeles simultáneamente con precisión, y la versatilidad de las impresoras basadas en láser. 

Stämm se encarga de producir anticuerpos y terapias celulares, entre otros desarrollos

"La tecnología de impresión Brick aumenta la resolución lateral y permite la impresión continua; hemos tenido resultados relevantes que validan la viabilidad de esta técnica", describen desde Stämm.

A futuro, comentan desde la firma, su objetivo es incrementar la resolución y escalar el volumen de impresión. Para ello, ya diseñaron un sistema óptico con el que apuntan a construir la primera impresora con tecnología Brick Printing: la Sclereid, con una capacidad de resolución de 12 micrones, una de las más altas del mercado.

Con más de 260 empleados, y su propia sede en el exterior (ubicada en San Francisco, Estados Unidos), Stämm busca incorporar nuevos talentos a su equipo para lograr su objetivo de expandir la biomanufactura y volverla sostenible en el mercado, con producciones que nutran a la industria farmacéutica y agrícola, entre otras.

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