El crecimiento urbano demanda una movilidad más rápida y el cambio climático una forma de transporte más sustentable. Pero ¿es posible una solución única que le dé respuesta a ambos problemas al mismo tiempo? Desde el Parque de la Innovación – recientemente inaugurado en el barrio porteño de Núñez– se plantearon investigar proyectos capaces de proveer soluciones amigables con el ambiente y el tiempo de la gente.
Así fue como hoy, a metros del estadio Monumental, hay un colectivo que circula sin volante ni chofer: se trata del primer bus autónomo no solo del país sino de Latinoamérica.
Es completamente eléctrico y debajo tiene sensores que identifican todo lo que hay a su alrededor: personas, perros, obstáculos y hasta sendas peatonales.
"Ante cualquier duda, frena. Si una persona se cruzara intempestivamente frente al bus, automáticamente clava los frenos. Si alguien pasa enfrente distraído mirando el celular, el bus va a ir bajando la velocidad porque identificó que había movimiento y frena completamente cuando la persona se detiene", asegura a iProUP Luis Bullrich, presidente del Parque de la Innovación.
La tecnología, en este caso, no solo brinda una solución amigable al medio ambiente, sino que también sería capaz de impedir accidentes viales.
El Parque de Innovación es un nuevo predio de la ciudad sobre el cual aplica la Ley de Sandbox, la normativa sancionada el 9 de diciembre de 2021 por la Legislatura porteña que regula y brinda un entorno controlado de pruebas para llevar adelante proyectos pilotos para la prestación de bienes y servicios.
En ese contexto, se convocó al Programa de Movilidad Sustentable del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) para llevar adelante el proyecto y evaluar la viabilidad de aplicar en el futuro un sistema de movilidad autónoma e inteligente en la Capital Federal.
El bus fue desarrollado por la startup francesa Gaussin Macnica Mobility. No tiene chofer pero sí un operador por cuestiones de seguridad que se encarga de monitorear la pantalla desde la cual se opera el vehículo.
El colectivo posee un mapa cartográfico precargado con todas las paradas preestablecidas en las cuales va a frenar a lo largo de su recorrido. También posee un botón de emergencia en el caso de que sea necesario realizar una parada inesperada.
El bus que actualmente circula por el Parque de la Innovación tiene capacidad para 15 personas –11 sentados y cuatro de pie– y pesa 2.600 kg. Es dirigido por el espacio por GNSS, una tecnología superior al GPS que se georeferencia con satélites. Tiene un método de carga rápida de entre cuatro y cinco horas y otro de carga normal de hasta ocho horas.
"Por el cálculo que hicimos puede circular entre 60 y 65 km por día, es decir que nos da perfecto para que esté circulando desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde sin ningún problema", indica Bullrich.
Por el momento, el ITBA y el Parque de la Innovación realizan pruebas para implementarlo a futuro. "Si vos me preguntás cómo nos lo imaginamos, digamos que nos encantaría poder conectar Ciudad Universitaria con el del Parque de la Innovación, ya que estamos hablando de talento, de capital humano y de conexión del río con la ciudad", señala el funcuonario.
Además, remarca que "ya tenemos un puente que es el Ángel Labruna que se va a duplicar porque va a tener cuatro carriles y nos encantaría que en el medio pudiera tener uno exclusivo para éste vehículo autónomo", confía Bullrich.
El director del Departamento de Ambiente y Movilidad del ITBA, Raúl Marino, por su parte, indica a iProUP que se trata de un gran desafío para la universidad porque les permite utilizar la investigación aplicada para crear un entorno seguro de pruebas.
"Se estudian tanto los contextos urbanísticos como todos los componentes que hacen que esta plataforma pueda desplazarse en ambientes controlados como el Parque de la Innovación. Estos ambientes controlados tienen la característica principal de tener condiciones de seguridad y de control permanentemente supervisadas, para evitar riesgos con las personas y con el medio ambiente", asegura.
La iniciativa está siendo conducida y monitoreada por especialistas e investigadores del ITBA que se encargan también de las comunicaciones desde el centro de control y monitoreo en Francia.
"Este tipo de proyectos interdisciplinarios permiten recolectar información que luego será analizada por especialistas del ITBA y puesta a disposición de los futuros decisores, para que puedan generar legislaciones que permitan que estos prototipos sean utilizados en ciudades abiertas", aclara Marino.
Desde el ITBA explican que, mientras se avanza en la legislación y se estudia la experiencia internacional, los transportes autónomos pueden circular de forma completamente segura bajo determinadas condiciones de funcionamiento y en entornos controlados, como el Parque de la Innovación, para probar su eficiencia, recolectar datos sobre usos y requerimientos técnicos y tecnológicos, y analizar su implementación.
Este predio de 11 hectáreas buscan convertirse en el hub de innovación de la Ciudad de Buenos Aires y ser modelo para el resto del país.
Según Bullrich, en el Parque "habrá cuatro universidades –ITBA, UBA, Di Tella y UTN– y vamos a tener investigadores, startups, edificios de coworking e incluso de vivienda".
El funcionario remarca que habrá "más de 35.000 personas conviviendo en este espacio y una de las cosas que nos planteamos como objetivo central es trabajar la movilidad inteligente. Hoy, es el bus autónomo, pero próximamente vamos a trabajar también en bicicletas eléctricas y carga de autos".
"Hay ciudades de Estados Unidos que, así como nosotros tenemos la línea 60 o la 152, ya tienen trayectos con vehículos iguales a este. Yo no solo me imagino buses como esté circulando en la Argentina, sino que creo que son el futuro", concluye.