La tabacalera internacional busca hace décadas alternativas al cigarrillo tradicional y fruto de eso inauguró hace 10 años un centro de innovación llamado El Cubo. Ubicado en Suiza, en este centro se investiga para vender menos humo y tabaco a los fumadores.

El futuro se denomina "smoke free" y se traduce en 5.300 millones de euros para innovación, más de 6.300 patentes y 430 científicos investigando sobre el futuro del tabaco. Ignacio González-Suárez, biólogo molecular de la tabacalera, afirma que "Aquí se hace mucha ciencia. La combustión al encender un cigarro es lo que dispara los componentes tóxicos. Hemos desarrollado una serie de productos sin combustión, con su pertinente evaluación científica y aprobación por las autoridades públicas, que genera aerosoles en vez de humo".

Como resultado de estas investigaciones surgió IQOS, en el que el tabaco no se prende, se calienta. Por otro lado TEEPS, de aspecto similar a un cigarrillo que está en programa piloto en Republica Dominicana desde 2017.

PMI asegura que sus productos pueden reducir en un 90% los componentes tóxicos en comparación con el humo tradicional a partir de sus investigaciones. Según Gonzalez-Suarez los datos acumulados les permitieron entender el porqué ocurre algo en las células y en el cuerpo, como que se inflame un órgano o duela"

Para atender las necesidades de la investigación, en El Cubo se usan robots fumadores, similares a una caja con 20 aberturas con las que estudian el humo y el aerosol. Según el investigador con ellos "Determinamos la intensidad de las caladas, la duración de los cigarros o la temperatura. Extraemos el humo y comienza la investigación".

La calidad del aire también es investigada. Se utiliza una habitación que permite recopilar información para la situación en la que varias personas se juntan a fumar, sea el producto que sea, y gracias a estos datos se moldean nuevas vías de innovación. "Nos preguntamos si algo es tóxico y en qué medida. Todos estos recursos que destinamos nos han permitido, por ejemplo, recrear células epiteliales del pulmón y estudiar su comportamiento", concluye González-Suárez.

La idea desde 1998 de Philip Morris es eliminar el humo, incorporando la tecnología y la ciencia desarrollada recientemente. El camino innovador y de transformación ya es imparable", resume González-Suárez.

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