Volvo anunció el despliegue general de una nueva tecnología que permitirá a los automóviles de su marca comunicarse entre sí para avisar si una calle o ruta posee una superficie resbalosa.

El sistema Slippery Road Alert, que ya estaba funcionando desde hace tiempo en Suecia y Noruega, se introducirá en el resto de Europa. Este sistema se basa en la creación de una base de datos en la nube que recopila información relevante para el conductor y para otros usuarios, de forma anónima.

En este caso, la información sobre el asfalto resbaladizo se transmite a aquellos coches que circulan por el tramo en el que se ha identificado que la superficie está deslizante.

Los objetivos principales de esta tecnología son dos. El primero, que el resto de sistemas de seguridad del coche estén preparados para una eventual situación de riesgo, en la que el coche pueda perder tracción. El segundo, y no menos importante, que el conductor extreme la precaución en ese tramo, porque ha recibido el aviso de que el asfalto puede estar resbaladizo.

Es evidente que la efectividad de este tipo de sistemas reside en contar con mucha información, y que esa información sea confiable.

Debido a los protocolos actuales, por ahora esta información se transmite solo de Volvo a Volvo, pero la industria del automóvil ya trabaja para establecer protocolos y bases de datos estandarizadas que permitan, por ejemplo, que un Volvo pueda transmitir esa información a coches de otras marcas y viceversa.

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