No hay sector ni vertical de negocio o industria que pueda hacerle oídos sordos a la movida que involucra la transformación digital. El sector de seguros, con proyectos propio o apalancándose en empresas de Insurtech, no es ajeno a los cambios.

Para el asesor de Gestión y Desarrollo de Ludlow, Mariano Selasco,"el negocio de seguros tiene que seguir mejorando en materia de tecnología, en herramientas de facilitación en el acceso a la información de manera simple y transparente. El mercado de seguros ha crecido en sofisticación tecnológica en los últimos cinco años y deberá seguir haciéndolo; el desafío será hacerlo mejor y más rápido".

A criterio del especialista, la porción de seguros en el PBI tendría que crecer año a año y los participantes de este mercado deberían poder adecuarse a estos nuevos desafíos, que debería incluir un mercado más ágil, simple y transparente de cara al cliente final:

"Las porciones de intermediación entre 2017 y 2018 se han consolidado en esos períodos, teniendo un promedio del 66% para los productores asesores de seguros (PAS); 22% para la venta directa (VD) y casi 12% para los agentes institorios (AI), lo que muestra que hay clientes para todos los segmentos."

Según Selasco, el avance digital afectará seguramente la comercialización tradicional de la intermediación de seguros, siempre que los productores no se adecuen a esta nueva realidad.

Asegura que desde hace un tiempo el panorama está cambiando y los productores deben buscar de qué manera quieren incorporarse y no pensar en resistir los cambios, ya que estos cambios terminarán generando mejoras de todo tipo, pero por sobre todo en la forma de poder cotizar y en cómo se deberían administrar los seguros.

"No veo que las formas de comercialización dejen afuera a los intermediarios tradicionales; sí veo que cada uno deberá ponerse a trabajar para tomar activamente ante este nuevo desafío y mostrarse muy metidos en la manera de abordar este cambio y sumarlo a la nueva realidad, para seguir siendo líderes".

Por otro lado, explica que las aplicaciones comienzan a generar el acercamiento, y la inmediatez con la que hoy día un cliente final accede a sus seguros más básicos (documentación del seguro, comparativa de costos y coberturas) y de esa manera poder tomar decisiones sobre sus bienes.

"Sin dudas en otros países más desarrollados en materia tecnológica, ofrecen hoy a ese cliente final soluciones que incluyen la liquidación de siniestros de autos y de hogar. Todo en línea y en pocos minutos, chequeando datos básicos y analizando fotos del siniestro y transfiriendo el importe del siniestro a su cuenta personal del banco."

En cuanto a la competencia entre la venta digital y el productor tradicional de seguros, la ve como una sumatoria.

"No la veo como una competencia. Siempre que el PAS entienda que debe tomar la iniciativa en la venta digital, adecuar sus herramientas tecnológicas y sumar herramientas en tal sentido, invertir en darles a sus clientes un servicio global con un sentido de valor agregado que antes no tenía", comenta

"El productor tradicional puede seguir siendo una variable fundamental en la venta digital si suma su asesoramiento integral (siempre necesario) a las nuevas herramientas tecnológicas. Las generaciones se suceden irremediablemente y, con ellas, las nuevas formas de comercialización de los seguros; pues el productor tiene la oportunidad de insertarse en ese cambio, y entiendo que así debe ser", agrega.

Por la inclusión de la gestión de los brokers en la era digital, Selasco opina que las aseguradoras deberán mejorar en sus cajas de suscripción, haciendo más fácil y más eficiente la manera de suscribir y cotizar riesgos de baja, media y alta complejidad: "Desde ese lugar, los brokers podrán sumar su gestión de asesoramiento a esta era digital. Ambas partes deberán trabajar en la necesidad de sumar servicios digitales para los clientes finales: transparencia y acceso ágil", asegura.

De cara al mercado en sus relaciones de aseguradoras e intermediarios, la clave está en facilitar la administración de un mercado signado por el uso del papel y la importancia/validez de tener todo documentado en forma física. El gran desafío debería pasar por acá sin dudas.

El presente ya no pasa por el papel sino por lo digital, porque todos los documentos sean validados de manera más rápida y segura en la nube. El seguro debe saber que hay un mundo digital allí para ser conquistado en este sentido y adecuar incluso desde la redacción de una ley que permita generar correctamente los cambios, concluye Selasco para BAE Negocios.

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