El camino de emprender e innovar suele ser seductor para miles de ejecutivos de todo el planeta. Sin embargo, son muy pocos los que se animan a dar el salto e iniciar un camino propio, sobre todo, cuando ya se encuentran en un lugar propicio para desarrollarse.

Gastón Irigoyen, CEO y Cofounder de Pomelo, una de las firmas más pujantes de la región -desarrolladora de soluciones para fintech y empresas en proceso de transformación digital-, es uno de los pocos que integran este grupo y tomó la decisión de "dar el salto", pese a tener un buen trabajo en un gigante estadounidense.

"Luego de renunciar a Google, donde me habían promocionado cinco veces en seis años, comencé a emprender y ahí realmente pude entender cómo el panorama puede tornarse cuesta arriba; me dí cuenta que no era infalible", contó Irigoyen en el transcurso de la Cumbre Internacional de Jóvenes Líderes (CJL) realizada en Buenos Aires.

El ejecutivo resaltó la "importancia de mantener la resiliencia" ante los desafíos que se le pueden presentar a los emprendedores, sobre todo en el comienzo del camino.

"Sin embargo, con el tiempo logré entender que todos esos vaivenes se convirtieron en aprendizajes que me daban nuevas habilidades para continuar emprendiendo. Esas habilidades se las debo al emprendedurismo", apuntó.

El empresario subrayó que "esta premisa es fiel a la propuesta de valor de Pomelo, una firma que se creó bajo las frustraciones y experiencias del pasado" que obtuvieron sus fundadores en otros espacios de trabajo.

Hernan Corral (CPO), Gaston Irigoyen, Hernan Corral (CEO) y Juan Fantoni (CCO), fundadores de Pomelo

Pomelo: estructura sólida, una de las grandes claves

"Pomelo en definitiva es producto de todo lo que sufrimos, todos nuestros errores y todo lo que aprendimos en este tiempo. A partir de eso nos aseguramos de crear una empresa estructuralmente sólida, que no cometa las equivocaciones que habíamos hecho en el pasado", expresó Irigoyen

La CJL es uno de los acontecimientos pluriculturales juveniles de mayor trascendencia a nivel mundial, que congrega a miles de jóvenes líderes de todo el mundo.

En esta edición número 15 se presentaron alrededor de 1.000 asistentes de entre 17 y 40 años para ver a referentes de diversos sectores que dejaron su huella en el público.

Mediante la participación de Gastón, Pomelo buscó inspirar a jóvenes líderes que son parte del futuro del sector financiero regional y, por ende, los próximos tomadores de decisiones. 

La propuesta de la fintech apunta también a un factor clave para las empresas de hoy: la ampliación de la escala geográfica.

Pomelo promete permitir operar casi inmediatamente en cinco países y, por extensión, tener acceso a unos 450.000.000 de personas a quienes poder ofrecerles servicios financieros.

Pomelo se creó a partir de "diferentes frustraciones y experiencias del pasado", según precisó Irigoyen, uno de sus fundadores

Pomelo crece también gracias a sus inversores

Todos los inversores provienen de distintas partes del mundo como Latinoamérica, los Estados Unidos y Europa.

Actualmente, trabajan en la firma 300 personas y posee operaciones en cinco países: Argentina, Brasil, México, Colombia y Perú.

"Todos los que formamos parte del equipo veníamos de trabajar en este tipo de experiencias en América Latina y hoy todos juntos estamos creando la compañía de tecnología que nos hubiese gustado consumir en aquellas experiencias anteriores", completó Irigoyen.

La CJL tiene por objetivo generar una instancia de diálogo entre nuevas generaciones que construirán el mundo que viene.

 

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