La inteligencia artificial (IA) ya es usada por personalidades importantes de las más altas esferas, gracias a desarrollos como ChatGPT que, de un momento para otro, llegaron para revolucionar el mundo.
Generative Pre-trained Transformer, denominación formal que recibe ChatGPT, es una plataforma de IA capaz de redactar textos y funciona con un algoritmo de, por lo menos, 175.000 millones de parámetros capaces de descifrar respuestas a preguntas concretas.
Uno de los últimos pesos pesados en sumarse a esta tendencia es el propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quién probó el funcionamiento del popular chatbot, según una publicación del portal estadounidense Axios.
El informe indicó que Biden se mostró "fascinado" con las respuestas otorgadas por ChatGPT.
Consultada por el portal, Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, destacó que tanto el presidente como su vice, Kamala Harris, perciben a la inteligencia artifcial como "una de las tecnologías más poderosas de nuestro tiempo".
Además, la vocera comentó que la administración es consciente de los riesgos asociados al uso de las tecnologías generativas y que ya se encuentran en búsqueda de medidas para contener esos potenciales peligros.
En una reunión con su consejo asesor de tecnología y ciencia llevada a cabo en abril, Biden insistió en que los actores de la industria tecnológica deben garantizar la seguridad de sus productos antes de lanzarlos al público.
"La IA puede ayudar a lidiar con algunos desafíos muy difíciles como las enfermedades y el cambio climático, pero también tiene que abordar los riesgos potenciales para nuestra sociedad, nuestra economía, nuestra seguridad nacional", expresó el mandatario.
"Aún no se ha determinado. Hay una posibilidad", respondió el presidnete de EE.UU. ante la pregunta sobre si la IA es peligrosa.
El Jefe de Estado se reunió también con el Consejo de Asesores sobre Ciencia y Tecnología, grupo que cuenta con académicos y ejecutivos de Microsoft y Google, para debatir acerca de los "riesgos y oportunidades" de la tecnología naciente.
A través de un comunicado, la Casa Blanca precisó que el encuentro se focalizó en "discutir la importancia de proteger los derechos y la seguridad para garantizar la innovación responsable y las salvaguardias apropiadas".
Durante los últimos meses, la inteligencia artificial estuvo en crecimiento debido al lanzamiento del popular chatbot desarrollado por OpenAI, ChatGPT.
La llegada del asistente virtual causó gran atención por parte del público, al mismo tiempo que dio lugar a una competencia entre los gigantes tecnológicos para ofrecer herramientas similares, entre algunas, empresas como Microsoft y Google.
De todas formas, el avance de esta tecnología trajo preocupaciones éticas y sociales sobre estos sistemas, hecho para generar textos e imágenes convincentes que aparecen creados por seres humanos.
Biden citó las redes sociales como un ejemplo para resaltar el efecto perjudicial que pueden tener las tecnologías poderosas sin medidas de protección y seguridad apropiadas.
"En ausencia de garantías, vemos el impacto en la salud mental y la autoimagen y los sentimientos y la desesperanza, especialmente entre los jóvenes", comentó.
A su vez, el presidente norteamericano aprovechó la reunión y reafirmó su llamado al Congreso de EE.UU. para que apruebe una legislación de privacidad enfocada a proteger a los niños y poner límites en la colecta de datos personales para todos los estadounidenses.
En este sentido, La Casa Blanca evalúa lanzar nuevas medidas regulatorias en las próximas semanas, en conjunto con las empresas insignia de estos desarrollos.