Han pasado casi 10 años de su muerte, y los ejemplos que diera Steve Jobs siguen siendo válidos y están a la orden del día.

Uno de sus, podríamos llamarle, obsesiones, era la productividad. Que sumado a focalizarse en el producto final, fueran ejes de su gestión.

En una carta escrita por él, decía "todos necesitamos tiempo para el trabajo individual ininterrumpido. Las reuniones (proveedores, entrevistas...) nos roban tiempo individual, y la productividad de nuestros ingenieros se resiente".

El caso del mouse

Apple tenía un problema con su ratón. Steve Jobs y su equipo se preparaban para sacar al mercado el primer ordenador personal de Apple, pero todas las iteraciones del diseño del ratón eran caras, poco fiables y difíciles de producir.

"Recuerdo que me gritaban que tardarían cinco años en diseñar un ratón y que costaría 300 dólares. Finalmente me harté, salí y encontré a David Kelly Design... y en 90 días teníamos un ratón que podíamos fabricar por 15 dólares y que era fenomenal", explicaba Jobs.

En 1980 finalmente recurrieron a IDEO, una empresa de diseño fundada y dirigida por el creativo David Kelly. Una bola de desodorante en rollo sirvió de bola para el ratón. La tapa de una mantequera amarilla sirvió de tapa.

Lo que vale es el producto final

Con esto como ejemplo, Jobs se percató de que los mejores trabajadores son aquellos que están enfocados en el objetivo final.

El problema fundamental, según Jobs, era que mucha gente confundía lo que él llamaba "proceso" y "contenido". Para Jobs, "proceso" es eso: un proceso. Cuando una empresa tiene éxito, tiende a suponer que hay "magia" en el proceso que condujo a ese éxito, y trata de replicar ese proceso. Si un equipo multidisciplinar creó un producto de éxito, se forma un equipo multidisciplinar para desarrollar el siguiente producto.

"Entonces empiezan a intentar institucionalizar el proceso en toda la empresa. Al poco tiempo, la gente se confunde pensando que el proceso es el contenido", dijo el antiguo CEO.

Que también añadió que había descubierto que los mejores son los que realmente entienden el contenido, y que entre los mejores empleados, están aquellos a los que les molesta que los demás no contribuyan, indicó Genbeta.

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