Bill Gates, considerado una autoridad en materia de inteligencia artificial (AI), expresó en reiteradas ocasiones su visión respecto a lo que considera el avance "más significativo" desde la llegada de la computadora personal.
No obstante, el controvertido Elon Musk, fundador de Tesla y Space X, salió con los tapones de punta y puso en duda los presuntos conocimientos del cofundador de Microsoft.
El dueño de Twitter y fundador de Neuralink comenzó a alertar hace años acerca de los riesgos detrás de la IA, acción que lo transformó en una de las celebridades más críticas del accionar de la startup OpenAI, creadora del ChatGPT.
Musk, formó parte de OpenAI en diciembre de 2015 e indicó que Gates no entendía el progreso de la inteligencia artificial en ese entonces y añadió que "continúa sin hacerlo ahora".
El magnate, a través de un tuit, sentenció que "recuerdo las primeras reuniones con Gates. Su entendimiento de las inteligencias artificiales era limitado. Todavía lo es", escribió Musk.
"Me he estado reuniendo con el equipo de OpenAI desde 2016…", tuiteó Gates, frase que generó malestar al dueño de Tesla.
En 2018 Musk dejó de formar parte de OpenAI, cuando presentó una propuesta para convertirse en su director, pese a que la firma decidió emprender un rumbo más comercial.
En realidad, parte del enojo del dueño de Twitter se remonta a ese momento, ya que Musk declaró después de su salida de OpenAI que su colaboración con Microsoft era una mala noticia debido a que crearía un monopolio peligroso.
Por otra parte, OpenAI y Microsoft continúan su relación comercial, acción que llevó a la empresa de Bill Gates a poner en práctica distintos avances actuales sobre la inteligencia artificial a sus sistemas.
Como consecuencia de esto, el ChatGPT se incorporó en el buscador Bing de la compañía, también de producir otras aplicaciones y profundizar los programas de Office a través de herramientas que recurren a la inteligencia artificial como recurso de creación de contenido.
A su vez, Elon Musk resaltó que OpenAI pasó de ser una empresa de código abierto a convertirse cada vez más en una suerte de división propiedad Microsoft, tecnológica que invirtió en los últimos años miles de millones de dólares en la startup.
"OpenAI se creó como una empresa sin fines de lucro de código abierto (por lo que la llamé 'Open' AI) para servir como contrapeso a Google, pero ahora se convirtió en una empresa de fuente cerrada y máxima ganancia controlada efectivamente por Microsoft", precisó Musk.
A partir de ese momento, Musk puso en tela de juicio la dirección que tomó OpenAI.
Resaltó los prejuicios y los peligros de que finalmente no se utilice para mejorar la sociedad y se convierta en un gran negocio en manos de un reducido número de empresas.
Por su parte, Gates expresó entender la preocupación de personas que no desean ser reemplazadas por máquinas.
A pesar de todo, agregó que esta tecnología no busca que los humanos dejen sus labores, sino ayudarlos.
"La IA es uno de los mayores riesgos para el futuro de la civilización", aseveró Musk durante la Cumbre del Gobierno Mundial celebrada semana atrás en Dubái, donde se ratificó la importancia respecto a que la tecnología "sea regulada a nivel internacional".