Sam Altman es un reconocido tecnólogo que busca transformar la inteligencia artificial y que además, junto con Elon Musk, fundó OpenAI

Al preguntarle a ChatGPT -el revolucionario sistema de inteligencia artificial que él mismo ideó a través de la empresa que fundó en 2015, OpenAI- quién es Sam Altman, el robot virtual del que se habla en todos lados,  respondió: 

"Sam Altman es un empresario y tecnólogo estadounidense, conocido por ser el presidente de OpenAI y anteriormente el CEO de Loopt".

También en su respuesta hizo referencia a que es considerado un líder influyente en la comunidad tecnológica y que ofrece conferencias sobre temas relacionados con inteligencia artificial.

Primero lo no artificial

Samuel H. Altman aprendió a programar y a desarmar una de las primeras computadoras de Apple, la Macintosh, cuando tenía 8 años, según contó en una entrevista con The New Yorker.

Altman expresó que tener una computadora le ayudó con su sexualidad, gracias a las conversaciones y grupos en los que pudo participar durante su adolescencia.

Sam Altman, el reconocido tecnólogo que busca transformar la inteligencia artificial, contó como una computadora le permitió mejorar sus relaciones interpersonales

A los 16, contó a sus padres que era gay y luego lo confirmó de forma abierta en el colegio en el que estudió. Luego ingresó a la Universidad de Stanford (en Calfironia, EE.UU.) para estudiar informática, pero no terminó la carrera.

Decidió junto a unos amigos dedicarse por completo a desarrollar su primera idea, Loopt, una aplicación para compartir la ubicación con otras personas. Esto fue en el año 2005, mucho antes de que existiera WhatsApp y casi a la par que la aparición de Facebook.

Loopt no tuvo mayor trascendencia, pero sí sirvió de trampolín para lanzar la carrera de Altman como empresario y le abrió las puertas al mundo de las grandes inversiones tecnológicas.

Y es que una de las compañías que apoyaron a Loopt en sus inicios fue Y Combinator, una de las más prestigiosas y exitosas aceleradoras de startups que invirtió en innovaciones como Airbnb y DropBox.

Altman vendió su primer proyecto por más de u$s40 millones, lo que le permitió expandir sus áreas de interés e invertir en varias de las ideas bajo el paraguas de Y Combinator, empresa que llegó a presidir entre 2014 y 2019.

Fue en ese período en el que junto con Elon Musk creó OpenAI, una compañía que le permitió sumergirse en un mundo que le generaba fascinación y temor por igual: el de la inteligencia artificial.

Elon Musk creó junto a Sam Altman OpenAI

Lado humano

OpenAI es una compañía de investigación cuya misión es, según indica su página web, asegurarse de que "la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad" y no acabe con ella.

Una idea en parte impulsada por el miedo expresado por Altman a que la inteligencia artificial se convierta en un arma letal contra los humanos.

En el extenso reportaje que escribió Tad Friend para The New Yorker en 2016, Altman se refirió a la necesidad de una fusión como el mejor escenario posible para el futuro. "O esclavizamos a la inteligencia artificial o nos esclavizará a nosotros", indicó.

Una idea que comparte Musk, quien si bien se desligó de OpenAI en 2018 por lo que llamó conflictos de interés con su principal empresa Tesla, invierte en ella y financia otros proyectos que van por la misma línea de lograr el control de la inteligencia artificial.

Uno de ellos es NeuraLink para tratar de conectar nuestro cerebro a las computadoras.

En el presente

Esa visión del futuro fatalista que impulsó a Musk y a Altman a involucrarse en la inteligencia artificial fue también la que determinó la estrategia de OpenAI con respecto a ChatGPT y DALL-E.

ChatGPT, el chatbot que le compite a Google

"Una de las cosas en la que realmente creemos es que la forma más responsable de introducir esos sistemas en la sociedad es gradualmente", indicó Altman en una conversación con StrictlyVC, una empresa que muestra lo que pasa en Silicon Valley.

"Así podemos conseguir que las personas, las instituciones y los encargados de las regulaciones se familiaricen con él, piensen en las implicaciones, sientan la tecnología y se hagan una idea de lo que puede o no puede hacer, en lugar de soltar un sistema superpoderoso de golpe", agregó.

Una estrategia que según el canal Dot CSV en YouTube, que se especializa en informar y explicar sobre inteligencia artificial, marca un punto de inflexión con lo que fue la tendencia que marcaron las grandes tecnológicas en los últimos 20 años.

"Está la tendencia de que las empresas que lideran el progreso de inteligencia artificial actúan bajo el lema de Silicon Valley de muévete rápido y rompe cosas", expresaron al analizar las palabras de Altman.

Destacaron que "en el caso de Sam no se trata de moverse rápido sino de sacar productos que todavía son imperfectos para que poco a poco la sociedad se vaya adaptando a ellos".

En cierta manera, eso es lo que está pasando con ChatGPT y DALL-E, que ya reciben muchas críticas desde muchos sectores, entre ellos el académico y el de la creatividad. "ChatGPT es increíblemente limitado", reconoció Altman en un hilo publicado en Twitter en diciembre pasado.

Te puede interesar