La tecnología avanza de manera tan veloz que ya los wereables no son suficientes. Ahora, los magnates de la tecnología como Elon Musk, Bill Gates y Jeff Bezos están invirtiendo en el futuro.

Por eso, están trabajando en la idea de conectar computadoras directamente al cerebros de las personas. Y esto es cada vez más real.

A través de sus fondos de capital riesgo, Jeff Bezos y Bill Gates respaldaron recientemente la empresa Synchron, que probó su stent cerebral en 7 personas.

Elon Musk se convertió en el rostro público de la industria de la interfaz cerebro-ordenador (BCI) con sus afirmaciones, que acaparan titulares, sobre el potencial de su startup Neuralink.

Incluso cuando los expertos subrayan que las técnicas neuronales de su empresa son ordinarias, en el mejor de los casos.

Neurolink, la empresa del futuro

¿Qué es Neuralink?

Neuralink es una firma dedicada a la neurotecnología, es decir, al estudio de las formas físicas en las que la tecnología puede interactua directamente con el cerebro valiéndose de modelos neurales o de computación biológica.

En otras palabras, el objetivo de esta empresa es desarrollar tecnología capaz de interactuar con el cerebro directamente.

No con las manos ni con la voz, sino con el cerebro.

Se trata de un tipo de interacción que hasta ahora no se vio en ningún producto tecnológico de consumo.

Actualmente se encuentra en pleno desarrollo, ya que se investigan todas las posibles aplicaciones que puede tener.

Por el momento, eso sí, la compañía mostró pruebas de cómo un mono con un implante neuronal es capaz de jugar al Pong.

A modo de anécdota, un consultor neurotecnológico llamado Nathan Copeland retó al mono a una partida, ya que él cuenta con un implante cerebral desde 2015 debido a que sufrió un accidente automovilístico que le impide mover los dedos o caminar.

Jeff Bezos se mete en la tecnología

Blackrock Neurotech, tras los pasos de Musk

Peter Thiel, cofundador multimillonario de PayPal, invirtió el año pasado en Blackrock Neurotech, una empresa más antigua que espera solicitar pronto la aprobación de la agencia reguladora del medicamento en Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

Las BCI existen desde hace unos 50 años, pero hasta hace poco la tecnología estaba relegada a estudios de laboratorio y experimentos puntuales.

En los últimos años, pasaron de la clínica a las cabezas, los hogares y las vidas de las personas, convirtiéndose en verdaderos dispositivos de asistencia.

Al reconocer señales cerebrales predecibles, las BCI leen tus pensamientos para realizar acciones concretas, como hacer clic con el ratón.

Así es como Philip O'Keefe, un australiano al que se implantó el dispositivo de Synchron en 2020, utiliza su BCI para jugar online, intercambiar mensajes de WhatsApp o encender y apagar las luces de casa.

Diversos inversores

El sector atrajo a inversiones de un elenco de magnates de la tecnología como Musk, Bill Gates, jEFF Bezos, Peter Thiel y Vinod Khosla.

Aunque la mayoría de estos multimillonarios invierten en otras ideas biotecnológicas, los magnates de la tecnología tienen una presencia enorme en la BCI, que sigue siendo un nicho de la biotecnología.

Ninguna de estas empresas aún salió a bolsa y la mayoría de sus rondas de financiación han sido modestas en comparación con biotecnologías más grandes y maduras.

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