No son tiempos fáciles para la industria automotriz. Con ventas que caen en promedio un 50% por mes, y con un stock acumulado que supera las 200.000 unidades, las compañías tuvieron que bajar todas las expectativas para el año en curso.

En el caso de Nissan los resultados van contra la corriente. La japonesa empezó a fabricar el año pasado la Frontier en la planta de Córdoba, cumpliendo con los plazos pactados: en una primera etapa se lanzaron las versiones más equipadas y este año se sumaron las de entrada de gama, fiel al programa inicial.

Además, al cierre del año fiscal que se realiza en marzo, lograron exportar un total de 5.000 pick ups a Brasil, lo que es un buen número para una terminal que recién comienza.

Este cumplimiento no lo han logrado, por ahora, sus socias Renault y Mercedes Benz, quienes en la misma planta y en el mismo momento anunciaron que iban a producir otras dos pick ups, Alaskan y Clase X, pero cuyos planes se encuentran demorados.

En el caso de Nissan, Gonzalo Ibarzabal, flamante presidente, dijo que las metas se lograron "con objetivos claros, un equipo sólido y gente entusiasmada con un proyecto nuevo que era el desembarco como terminal en el país".

Las declaraciones fueron parte de un mano a mano del directivo con iProUP durante la presentación de un servicio innovador para el mercado local, que fue el lanzamiento del Carsharing junto con Awto, una empresa que tiene el software y la experiencia necesaria para aplicar a la movilidad compartida y que está presente en la región.

El servicio consiste en ofrece más de 50 unidades distribuidas en la Ciudad de Buenos Aires para que se pueda usar por hora o por día un auto, el cual se puede tomar en un punto determinado y dejarse en otro que quede más cómodo.

"Lo que tratamos de hacer es aprender sobre los nuevos hábitos de los consumidores, que cosas hacia futuro marcarán la agenda de la industria, hacer una alianza con gente que ya tiene experiencia nos aporta valor", dijo el número uno.

En un principio, los autos que estarán disponibles son el March y Kicks, pero luego se sumarán más productos de toda la gama, se integrarán concesionarios a la red y se buscará la expansión a nuevas ciudades, como Rosario y la provincia de Córdoba.

Esta apuesta se da en un escenario de cambio para las automotrices, las cuales ya no son únicamente fabricantes de autos sino que también brindan servicios.

"En la Argentina es todo muy incipiente, pero a nivel global, es una tendencia clara donde la idea de servicio es importante. Por eso se vienen muchos cambios. Las propuestas sobre movilidad serán a través de sistemas de transportes integrados, donde se usen desde bicicletas hasta patinetas y autos, tofo en una misma plataforma."

Esta acción se suma a otras decisiones de la compañía que ya abren el camino al futuro, como es el caso del lanzamiento del eléctrico Leaf. "Estamos apostando a la región, dando paso firmes en Brasil, Chile, Perú, Colombia, no solo la Argentina. En 2015 teníamos un 1% de participación de mercado, mientras que hoy cuadruplicamos el porcentaje", dijo Ibarzabal.

"Alcanzar los objetivos da credibilidad, muestra que el plan se puede cumplir, entonces vamos por metas más agresivas, con ganas de crecer y hacer más", agregó. 

Por último, en cuanto al mercado en general, el directivo dijo que el año está competitivo y difícil, con marcas con mucho stock, pero esperan la recuperación para la segunda mitad.

"Vemos una industria que repuntará en cuanto las tasas se acomoden. En producción cerramos el año fiscal en marzo con exportaciones de 5.000 pick ups a Brasil y es un hito enorme para nosotros. Nos pone devuelta un nuevo piso más desafiante pensando a futuro. Venimos creciendo mucho, contentos con lo logrado. Ahora, es hora de consolidar todo esto", finalizó.

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