Las noticias falsas son uno de los grandes males de la era de internet. Y el mayor distribuidor de novedades a nivel global, Google, quiere ser un actor fundamental en la lucha contra las fake news y el contenido explícito, especialmente luego de la masacre de Nueva Zelanda y su posterior reproducción en YouTube.

"Tenemos a más de 10.000 empleados intentando controlar noticias falsas (fake news) y contenidos violentos y estamos haciendo grandes avances", aseguró para el sitio Expansión Matt Brittin, director para Europa, África y Oriente Medio de Google en una entrevista celebrada en Londres.

Según sus datos, 400 horas de contenido se descargan en la plataforma cada minuto: "la compañía tiene tolerancia cero con este asunto y es terrible que ese contenido estuviese disponible, pero no es fácil controlar todo lo que los usuarios cuelgan", agregó.

Para llevar adelante esta batalla, desde la tecnológica confían en sus herramientas: los algoritmos. Por eso cuentan con una plataforma que filtra, según sus datos, el 80% de los contenidos inadecuados sin  que ninguna persona intervenga.

"Las personas toman las decisiones importantes y las máquinas permiten llevar a cabo acciones a gran escala. El trabajo de ambas es imprescindible en esta batalla", indica el directivo.

Cabe recordar que la empresa enfrentó varios problemas con anunciantes cuando notaron que sus productos aparecían junto a videos violentos y homofóbicos. Sin embargo, esta no es su único frente de combate ya que recientemente recibió una nueva multa de 1.490 millones de euros debido a su posición dominante sobre AdSense.

En algunos países del viejo continente como Reino Unido y España, los gobiernos comenzaron a impulsar nuevas tarifas para que las firmas tecnológicas paguen impuestos correspondiente a la nación donde se generan las ganancias. Hoy, Google tributa el 80% de sus impuestos en Estados Unidos.

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