Acostumbrados a la flexibilidad y comodidad de las nuevas tecnologías, el público joven ya no muestra un gran interés en la compra de un auto, algo que era considerado casi como un paso obligado por sus padres y abuelos en sus años de juventud.

Por el contrario, prefieren contratar uno cuando lo deseen y por el tiempo que lo necesiten, abonando sólo por el tiempo de uso. Además, sin tener que concurrir a una oficina para hacerlo sino directamente desde una app.

Este cambio en los hábitos de consumo llega a las automotrices en muy mal momento, ya que están atravesando una de las peores crisis de los últimos años: las ventas caen a un ritmo de 40% por mes y las proyecciones para 2019 son preocupantes, ya que dan cuenta de una baja del 20% respecto al año anterior.

 

En la Argentina, esta desaceleración de la actividad arrancó a mediados de 2018 tras la devaluación, que incrementó el valor de los 0km y ocasionó graves daños en el sector. Ni siquiera las bonificaciones le permite salir de la encrucijada.

A esto se suma que muchas personas "hilan fino" en los gastos que les implica un auto guardado en el garaje, que pueden superar los 15.000 pesos mensuales, según un relevamiento de iProfesional.

Ante este escenario, las automotrices analizan más que nunca hacia dónde debe enfocar su negocio. El cambio no es local, sino que sigue una tendencia que se iniciara en países desarrollados y que desembarcó en la Argentina.

Para los grandes fabricantes, el objetivo ya no es únicamente la producción y venta, sino que están virando hacia un nuevo y ambicioso objetivo: convertirse en empresas de servicios.

Las compañías saben que tienen que explorar otras aristas de movilidad y buscar soluciones al problema cotidiano de las grandes ciudades, en donde cada vez la demora para desplazarse de un lugar a otro es mayor.

Esta necesidad también está alimentada por otros factores que se dan en el primer mundo:

- En primer lugar, el cambio de hábitos: cada vez son más los que no le encuentran sentido a tener un vehículo (habiendo nuevas posibilidades de desplazamiento) que los obliga a enfrentar importantes gastos que podrían destinar a otras cuestiones, como viajes u esparcimiento

- En segundo término, el tránsito más pesado, con rutas y calles congestionadas y espacios para estacionar cada vez más difíciles de conseguir 

A esto se suma que varios países están fortaleciendo sus políticas para reducir las emisiones de dióxido de carbono y sugieren reemplazar modelos tradicionales por vehículos eléctricos. 

Este cóctel derivó en nuevos servicios que desde hace un tiempo han empezado a desarrollar muchas compañías, por lo general, asociadas a firmas especializadas en tecnología.

Si bien en el mundo hay casos que provienen de larga data, en la Argentina varias automotrices han comenzado a apostar fuerte por lo que viene. La última en presentar una propuesta para captar esta "nueva" demanda es Nissan, que lanzó su servicio de carsharing.

Así, a un año de convertirse en terminal nacional, con la fabricación de la pickup Frontier en Córdoba -y tras anunciar la comercialización del primer vehículo eléctrico de pasajeros en el país, el Leaf-, presentó esta propuesta de movilidad compartida en alianza con Awto.

Esta empresa opera en la Argentina mediante un acuerdo comercial con Awto Chile, establecida en el país vecino de la mano del Grupo Kaufmann, que proveerá el software (la app para el celular) y el permiso sobre el nombre de la marca. Para su lanzamiento en la Argentina, invirtió 50 millones de pesos.

Cómo funciona

El servicio de carsharing es una modalidad de vehículos compartidos que permite obtener un auto sólo por el tiempo necesario. Se busca en un punto cercano y se devuelve  en otro lugar, sin limitaciones de tiempo.

- Para usarlo, hay que descargar la aplicación a través de las tiendas app Store o Google Play, registrarse y buscar el auto más próximo a la ubicación del usuario 

- Los vehículos están listos para ser utilizados en más de 60 puntos clave de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores: universidades, shoppings, supermercados, aeropuertos y estacionamientos

- Una vez localizado el coche, se "destraba" a través de la app: el usuario puede abrir las puertas y encontrar las llaves en el interior

- Al finalizar el viaje, busca la estación más cercana (mediante geolocalización) para dejar el vehículo  

- Al llegar a destino, debe cerrar el coche y el pago se le debitará directamente en la tarjeta asociada a la app

- No es necesario realizar trámites ni completar formularios, por lo que la velocidad de acceso es muy rápida

La flota de automóviles está conformada por los siguientes modelos:

- Nissan March, el compacto de la firma nipona, que se ofrece a un valor de $7,30 por minuto

- Nissan Kicks, una propuesta "premium" que se puede rentar a $9,50 por minuto

De esta forma, los interesados podrán utilizar un vehículo el tiempo que lo deseen, sin atarse a cargos fijos de seguros, patentes, mantenimientos y cochera.

Otro dato: durante el periodo en que el coche permanezca estacionado, la tarifa se reduce en 50%. Además, cuando se alquila por minutos u horas, incluye combustible para 50 kilómetros; mientras que al contratarlo por día, la carga se eleva a 180 kilómetros.

"Nuestra expectativa es llegar a 500 autos en Buenos Aires en los próximos cuatro años, cambio que creemos que repercutirá positivamente en el tránsito y la conectividad de la ciudad, así como en la construcción de una sociedad más sustentable", asegura Mariano Segarra, gerente general de Awto Argentina.

En otro orden, el ejecutivo remarca que "estas propuestas tienen como finalidad lograr mejoras en el tránsito, ya que por cada auto compartido en la calle, hay 14 vehículos menos".

"Generalmente, un vehículo particular sólo se usa un 4% del tiempo (1 hora por día, en promedio), por lo que el carsharing permite volver mucho más eficiente esta utilización", explica.

Nissan viene avanzando en el camino de las nuevas formas de movilidad a través de su visión de marca Intelligent Mobility, que busca cambiar la forma en que los coches son conducidos, impulsados e integrados a la sociedad.

Cada vez más oferta

La llegada de Nissan al mundo del carsharing se suma a otras propuestas de movilidad que lanzaron Toyota y Mercedes Benz en el país.

En el primer caso, se trata de un sistema que permite elegir cualquier vehículo de la flota de la marca y retirarlo en un concesionario para usarlo por el tiempo que se necesite. A partir de un acuerdo con YPF, también se podrán retirar en algunas estaciones de servicio.

"Queremos dejar de ser una empresa fabricante de autos para convertirnos en un proveedor de servicios y brindar soluciones de movilidad", declara, de modo contundente, Daniel Herrero, número uno de la japonesa.

En el caso de Mercedes Benz, ofrece esta propuesta a través del sitio teneslugar.com, para que empleados de una decena de empresas asociadas puedan disponer de los coches para sus viajes laborales.

A nivel mundial, son muchas las automotrices que están invirtiendo en estos desafíos. Para ello, se unen a expertas tecnológicas o bien a otras compañías del mismo rubro.

Por ejemplo, en Alemania, hubo un total de 2,5 millones de usuarios registrados en empresas de movilidad compartida el año pasado, lo que representó un aumento de 350.000 en comparación con 2017.

Muchos expertos consideran que este servicio es un puente hacia el futuro. En este sentido, desde la consultora MCKinsey indican que se trata de una instancia que ayuda a los fabricantes y a otros participantes a prepararse para la nueva era de movilidad que está por llegar.

Hace referencia a una etapa que se definirá por los vehículos autónomos y por una visión diferente sobre la posesión de un coche.

"En una ciudad moderna e interconectada, en una época autónoma, en los años de 2028, 2030 o 2032 ya no usaremos el carsharing, sino que compartiremos taxis robóticos. Básicamente, todos estos modelos se fundirán en una nueva forma de oferta", afirman desde la consultora.

No obstante, se vislumbra un interesante futuro para el carsharing. De hecho Daimler, BMW y Volkswagen invirtieron en esta tendencia por dos razones:

- Su alto valor comercial en las ciudades grandes

- Es un buen entrenamiento para aprender cómo vender movilidad en formas más pequeñas

El año pasado, Daimler pagó 79 millones de dólares para comprar el 25% que le restaba de la firma Car2Go y elevar su participación al 100%. A la vez, BMW adquirió DriveNow.

En marzo de 2018, ambas automotrices fusionaron sus aportaciones de carsharing. La empresa resultante, llamada ShareNow, posee cuatro millones de clientes en todo el mundo y más de 20.000 vehículos en 13 países. Es el proveedor de autos compartidos más grande del mundo.

Volkswagen también ingresó en este mercado. Este año lanzará su propio servicio de carsharing en Berlín, llamado "WeShare". Además, está trabajando para cubrir el resto de Alemania, Europa y el norte de América este año.

Christian Müller, jefe de comunicación de Car2Go, afirma que el futuro de los coches compartidos estará dominado por la electromovilidad.

Cree que la administración de los vehículos en grandes ciudades y el conocimiento de las expectativas de los clientes, que no tienen su propio auto, están preparando a las grandes empresas para la época autónoma.

De este modo, una inquietud de los más jóvenes va generando un nuevo mercado de soluciones y moldeando el futuro de la movilidad. Y pone el foco en el pasajero, antes que en el conductor. Toda una transformación.

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