La tendencia de las impresoras 3D crece en Argentina de forma acelerada, con novedosos emprendimientos que aprovechan esta tecnología para potenciar otras industrias de todo tipo.
Esta herramienta, que permite fabricar en plástico (u otros materiales según la tecnología) cualquier objeto o idea previamente modelado en programas de diseño 3D lo hace posible.
Mediante esta tecnología, muchos descubrieron una forma de crear objetos únicos, personalizados y salir al mercado de forma rápida y a bajo costo. Juguetes, joyas, accesorios, objetos de escritorio, fundas para teléfonos, y hasta órganos humanos son solo algunas de las posibilidades que presentan los negocios 3D en el país.
Ahora, también se suman a esta extensa lista los instrumentos musicales de la mano de Fona.
Fona surgió como una visión acerca de la aplicación de la impresión 3D en la industria de la música y en los músicos en particular.
Así lo describe Martín Juárez Brizzi, arquitecto, diseñador y fundador del emprendimiento a iProUP. "Internacionalmente, la impresión 3D en este rubro se encontraba dando sus primeros pasos, pero sabíamos que teníamos mucho que aprender, y mucho que probar, por lo que decidimos trabajar directamente y pensando en el futuro de los músicos".
La marca surgió en 2015 a partir de una conjunción de factores: experiencias personales de sus creadores, ya que varios del equipo de Fona son músicos, el potencial que vieron en la impresión 3D aplicada a la industria de la música y un concurso gubernamental que incluía el préstamo de un capital semilla.
Dicho concurso fue el Capital Semilla 2015, llevado a cabo por el ex Ministerio de Industria Nacional. Entre los ganadores, los proyectos relacionados a i3D fueron presentados por instituciones, mientras que, sin embargo, su grupo se coronó como el único "ganador particular".
En aquella oportunidad, Juárez Brizzi relata que contaron con el apoyo de la empresa Zootec3D, el primer fabricante de impresoras 3D a nivel nacional, que proveyó a varios de los fabricantes nacionales que hoy se consolidaron en el mercado, en sus inicios.
Particularmente en el caso de Fona, la inversión inicial fue de $60.000, con los valores de aquel momento. Según el emprendedor, ese monto les fue "suficiente" como para invertir en tres impresoras 3D y en materiales con aleaciones adecuadas para la puesta a punto, primero de las investigaciones y posteriormente del desarrollo.
Consultado por el tipo de impresión y los materiales que utilizan para la elaboración de sus productos, el diseñador esgrime que emplean la tecnología FDM (Modelado por deposición fundida), una técnica que consiste en fundir un material plástico que deposita capa por capa hasta lograr un objeto concreto.
La matricería o inyección de plásticos es una de las tantas formas de fabricación de piezas masivamente, capaz de crear grandes volúmenes de piezas similares en poco tiempo.
El material que emplea es un polímero que funde a una temperatura de entre los 200 grados y 300 grados, según el material y la impresora y suele ser la más empleada por emprendedores y hobbistas, ya que es de menor valor.
Irene Presti, CEO y cofundadora de 3DU Digital, confirma a iProUP que una máquina de modelado por deposición fundida cuesta hoy entre $60.000 y $80.000, aunque dependerá de la marca apuntada y las fluctuaciones del mercado cambiario.
"Al principio, comenzamos a imprimir con máquinas provistas por Zootec3D y nos dedicamos a investigar varias aleaciones de PLA (poliácido láctico) con distintos materiales".
El PLA es un plástico degradable con el calor y la humedad que se emplea en prototipos, patrones, maquetas, plantillas y cualquier pieza que no requiera de resistencia específica.
Entre los materiales aplicados, Juárez Brizzi cita algunos como:
El foco del negocio está centrado en la música. Por eso, el arquitecto hace hincapié en la gama de productos que se dedican a desarrollar: "Imprimimos guitarras eléctricas, bajos, ukeleles, charangos, flautas dulces, y púas personalizadas".
Sin embargo, su espectro va un poco más allá y también imprimen accesorios como llaveros y guardallaves con temáticas de amplificadores de instrumentos clásicos como guitarras y bajos.
Además, y cómo una de sus últimas novedades, recientemente se lanzaron a comercializar instrumentos musicales "personalizados" a todo músico y coleccionista interesado.
Es así como lograron crear una base de clientes con un público bien definido: los músicos.
El emprendedor indica que su clientela pasa principalmente por músicos de Rock y Metal, los "más interesados y allegados con nuestra oferta''. Mientras que un segundo target serían los coleccionistas, apunta.
Consultado por los objetivos de Fona a largo plazo, su fundador apunta, junto con todo su equipo, a ser proveedores de eventos culturales.
"La impresión 3D no solo es una ventaja tecnológica en cuanto a la fabricación de instrumentos musicales, sino que es un agente catalizador de impacto cultural y socioeconómico", indica Juárez Brizzi al respecto.
Desde su perspectiva, el impacto cultural está relacionado a la proveeduría de materiales de trabajo para los músicos durante un show, evento o un ensayo a fin de facilitar tareas operativas que conlleva su puesta a punto, lo que facilitaría la concreción de eventos de manera más sencilla.
En cuánto a la variable socioeconómica, su objetivo se relaciona con la creación de una red de impresores (personas o instituciones que proveen de sus servicios de impresión), que tenga como objetivo "distribuir la fabricación de instrumentos in situ de la locación del músico o cliente, reducir costos de traslado y apoyar a la i3D como rubro a nivel nacional e internacional".
El músico completa que el proyecto será un trabajo conjunto con la empresa Tecnosapiens, la cual provera de servicios digitales, de hardware y web para la concreción de esta red, la apuesta principal de Fona para el futuro.