Renault experimenta un nuevo desarrollo de carga reversible denominado ‘Vehicle-to-grid’, el cual se basa en la idea de carga reversible, es decir, que los coches eléctricos puedan devolver parte de su energía a la red de la que la han obtenido.

Ese es el objetivo de la marca que es líder en el mundo de las nuevas tecnologías con modelos como el Zoe, la cual trabaja en electromovilidad desde hace años, aunque muchas veces prefiere que sus proyectos no trasciendan.

Ahora, según explica Renault en un comunicado, su idea no es otra que descargar las baterías de los coches eléctricos dependiendo de las necesidades de los usuarios y el suministro de electricidad disponible de la red.

"La carga alcanza su máximo nivel cuando el suministro de electricidad supera la demanda, mientras que los vehículos también inyectan electricidad en la red durante los picos de consumo", explican."De este modo, los automóviles pueden servir como unidades de almacenamiento temporal de energía y los consumidores disfrutan de un consumo de electricidad más ecológico y económico y son recompensados (económicamente) por servir a la red eléctrica", afirman en la marca francesa.

El programa de pruebas se ha iniciado en Utrecht (Holanda) en un ecosistema desarrollado por We Drive Solar y en Porto Santo (Portugal) junto con el proveedor de energía Electricidade da Madeira. Le seguirán países como Francia, Alemania, Suiza y Dinamarca.

Renault asegura que para que su sistema de carga reversible funcione solo hay que hacer unos pequeños cambios en los puntos de carga. Para demostrar la viabilidad del proyecto ha puesto en circulación 15 unidades del Renault ZOE.

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