Después de casi un año sin detalles, el proyecto Starline de Google comienza a encarrilarse nuevamente.
En diciembre del 2021, en una conferencia de desarrolladores, la compañía hizo pública sus intenciones de avanzar en las videollamadas más realistas, a través de su "ventana mágica".
Ahora, la empresa lo empezó a implementar en terceros de renombre, como Salesforce, WeWork, T-Mobile y Hackensack Meridian Health.
El gigante tecnológico ya invitó a más de 100 socios empresariales para participar de las demostraciones que se realizarán en sus oficinas.
Entre ellos se encuentran medios de comunicación, compañías médicas y minoristas, y más.
Con alrededor de un año desde que se comenzó a utilizar, las respuestas que recibió Google fueron muy positivas.
"El sistema consiste en una pantalla autoestereoscópica con seguimiento de cabeza, subsistemas de captura y renderizado 3D de alta resolución y transmisión en red utilizando flujos de vídeo comprimidos en color y profundidad", explicaron.
El proyecto de investigación le representará a Google un gasto considerable, pero eso no le alteraría los planes a la compañía.
Starline es una especie de cabina, con una estación de trabajo bastante potente, 14 cámaras y 16 proyectores.
Además está compuesto por cuatro micrófonos y dos altavoces que aseguran un audio espacial para que la reproducción simule ser de la misma estancia.
Su principal objetivo es el de simular que la otra persona que te acompaña, lo hace desde la misma habitación.
Desde que Starline fue lanzado, Google lo catalogó como una especie de "ventana mágica".
Este proyecto es una simulación muy cercana a la perfección, con un modelo totalmente disruptivo.
De todas maneras, tanto el universo de la realidad virtual, realidad aumentada y otros espacios de multimedia inmersiva intentan facilitar el trabajo de los empleados.
En el caso de Starline, lo hace a través de hologramas en 3D, una proyección tridimensional que va un paso más allá de la fotografía y las películas convencionales.
Los más de 100 socios empresariales de Google deberán probar el nuevo proyecto de la empresa una vez que se instalen las cabinas en sus oficinas, lo que aún no tiene una fecha pactada.