"Vaquitas" de inversión online: podés comprarte un inmueble y ganar bien en dólares gracias al crowdfunding
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Con la crisis cambiaria que arrancó en abril y llevó al dólar al doble de su valor en cuestión de meses, el sector inmobiliario experimentó nuevamente las penurias típicas de las épocas de cepo cambiario y fue dejando atrás la algarabía temporal que había generado el boom de los créditos UVA. Como dicen los referentes del rubro, fue lindo mientras duró.
A casi un año del arranque de la escalada del billete verde, las operaciones siguen sin arrancar. Las estadísticas del Colegio de Escribanos porteño dan cuenta de los coletazos que trajo la devaluación: en el arranque del año, la cantidad de escrituras se derrumbó nada menos que un 55 por ciento respecto del 2018.
Las transacciones con crédito hipotecario se desplomaron casi un 90%, cifra más que elocuente sobre cómo la clase media se alejó del financiamiento bancario a largo plazo tras la devaluación. Para el rubro inmobiliario, el dato cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que el 93% de los ahorristas tiene menos de u$s100.000 debajo del "colchón", según un relevamiento del banco Credit Suisse.

En este contexto, pensar en ponerle fichas al rubro del ladrillo parece casi una utopía. Sin embargo, la tecnología vuelve a hacer su aporte y amplía las posibilidades de incursionar en una rama de actividad que observa cómo el escenario económico vuelve a jugarle una mala pasada. Por su parte, el Gobierno intenta hacer algunos aportes. Uno de ellos es el flamante lanzamiento del Boleto Inmobiliario Electrónico para mejorar las condiciones crediticias de aquellos que quieran adquirir una propiedad desde "boca de pozo". Es decir, desde los cimientos de la obra.
"La primera ventaja que tendrá el consumidor final es que podrá comprar una unidad desde el pozo a un precio menor", señala a iProUP Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina. Además, asegura que "el desarrollador se ahorrará los costos de un 'crédito puente' y se beneficiará por la reducción de impuestos, lo que redundará en una baja del precio final de los departamentos".
"Una persona que compra un departamento de pozo obtiene un boleto que sólo le sirve como recibo de lo que pagó y debe guardarlo entre sus papeles. A partir de ahora, el boleto de compraventa (de hasta un 25% del valor total del bien), lo va a poder registrar y los bancos le van a poder dar crédito para ir pagando desde el pozo su inversión inmobiliaria", afirma Armando Pepe, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, Bennazar anticipa a iProUP que el primer Boleto Inmobiliario Electrónico se firmará en no más de 90 días, y que el rubro del ladrillo espera con ansias el anuncio de otras iniciativas gubernamentales que irán dándose a conocer con el correr de la campaña electoral.
Por el lado de los ahorristas, saben que dejar inmovilizado su capital en pesos significa perder plata en manos de una inflación que sigue sin dar tregua y que ya acumula un 52% anual.
En este sentido, la tecnología les ofrece una alternativa para volcar su capital al mercado inmobiliario: el crowdfunding, que irrumpió en el universo de bienes raíces hace unos cuatro años y permite invertir en propiedades con un mínimo de u$s1.000.
Los números corroboran la consolidación de una tendencia alcista. "En nuestro caso, tuvimos un gran salto, de aproximadamente 30% a partir de brindarle a los interesados la posibilidad de invertir de modo online", asegura , a iProUP Víctor Zabala, de Sumar Inversión.
En qué consiste
El concepto de crowdfunding está relacionado con el financiamiento colectivo de un determinado proyecto: puede ser a partir de la inyección de capital en una startup hasta la compra de una propiedad entre un pool de inversores.En otras palabras, gracias a la tecnología, las personas arman una "vaquita" por Internet para comprar un "pedacito" -o todo el inmueble- para luego recibir su ganancia, ya sea por el alquiler o la venta.
El primer paso es registrarse de forma online en las plataformas que operan en la Argentina, entre las cuales se destacan:
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- Crowdium: posibilita invertir en propiedades de todo tipo, desde lotes y oficinas hasta edificios desde pozo en varias ciudades del país
- Bricksave: permite volcar los ahorros en edificios terminados. Incluso, algunos emplazados en el exterior
- Sumar Inversión: financia de forma colectiva la construcción de casas de lujo en la zona norte del Gran Buenos Aires
El proceso para entrar es simple, online y típico de la economía "4.0": sólo hay que registrarse, adjuntar la documentación requerida y firmar el contrato.
El monto que se desea invertir hasta puede ser abonado con tarjeta y luego la rentabilidad lograda se recibe por transferencia bancaria. En ningún momento hay que "tomar un café" con el representante de una inmobiliaria ni llamar a un teléfono fijo, costumbres arraigadas en un sector por demás tradicional.
Damián Lopo, creador de Crowdium, la primera plataforma de este tipo en Latinoamérica, explica a iProUP que existe un procedimiento de chequeo de datos para evitar el lavado de dinero: "La información personal se contrasta con la Unidad de Información Financiera, la AFIP y bases de datos internacionales".
Una vez que el usuario es aceptado en el sistema, elige vía web cuánto dinero desea destinar a un emprendimiento en particular. Posteriormente, puede chequear en tiempo real cómo varía el margen de ganancia a lo largo del tiempo.
Sofia Gancedo, directora de operaciones de Bricksave, detalla a iProUP de qué manera logran que las personas se hagan de una rentabilidad de dos dígitos: "Negociamos directamente con los desarrolladores, y como la compra de la propiedad se realiza en efectivo obtenemos un 20% de descuento, ya que en el mundo los pagos se hacen con hipoteca".
El inmueble se publica con los detalles del rinde estimado para el inversor y en ese momento comienza el crowdfunding, que lleva un máximo de tres meses: sólo con 1.000 dólares cualquiera puede entrar y convertirse en dueño de una "parte" de una propiedad.El desembolso se hace por transferencia bancaria o con tarjeta de crédito. La ganancia se percibe con el alquiler del inmueble y posteriormente con su venta, que ocurre cuando la vivienda aumenta un 20% respecto al valor que costó inicialmente.
En todas las plataformas, el retorno anual de alquiler y venta varía según la propiedad.
"Hay ciudades como Detroit en las que la rentabilidad de un alquiler alcanza el 10% anual, porque el gobierno paga esa cifra para ciertos profesionales. Sin embargo, el valor de mercado de ese inmueble no varía demasiado, por lo que la ganancia se da más por alquiler que por venta. En cambio hay otras ciudades como Barcelona en las que la situación es exactamente la inversa. Por eso, la mejor alternativa siempre es diversificar las inversiones", explica Gancedo, quien además es cofundadora de Dinero Mail.
Las tres plataformas en las que se puede invertir en la Argentina muestran algunas diferencias. En Bricksave las inversiones se realizan en edificios terminados ubicados en distintas ciudades del mundo y se puede entrar al financiamiento con un mínimo de u$s1.000.
En cambio, en Sumar Inversión se participa de la construcción de casas ubicadas en la zona norte del Gran Buenos Aires, en los barrios de Pilar, Escobar y Maschwitz, y para entrar al financiamiento el mínimo es de u$s10.000.