Telefónica no es la única empresa del mundo que está probando implementar una semana laboral de cuatro días. En su caso no ha resultado como esperaban.

La idea de que los empleados cumplan con 32 horas de trabajo a la semana, en lugar de las 40 habituales ha generado atención, más con los nuevos hábitos de trabajo inducidos por la pandemia y con el auge del teletrabajo,

sin desear que baje la la productividad o las utilidades de las compañías, desde recursos humanos se trabaja en diferentes esquemas para que todos resulten satisfechos. Pero una cosa es lo teórico, y otra levarlo a la práctica

En España, Telefónica diseñó la "Jornada Semanal Bonificada" en la que el trabajador labora 32 horas a la semana, de lunes a jueves, con una reducción de sueldo correspondiente, pero con una bonificación por parte de la empresa de un 20% (lo que al final implica una reducción salarial de un 16%). Corrió un programa piloto con 150 empleados y tras los buenos resultados decidió que era momento de hacer extensivo el esquema a toda la plantilla laboral.

Algo no funcionó en el plan de Telefónica por la semana laboral reducida

La empresa definió un plazo para que los interesados eligieran el plan que iba del 9 de junio al 15 de julio y a un par de días de que este terminé, el número de inscritos es muy bajo. Solo una decena de los 18,000 empleados invitados a participar en el esquema han optado por él, pese al argumento de que contar con mayor tiempo libre es importante para el trabajador. Claro, el impacto en la reducción salarial pesa, sobre todo en un año en el que la inflación va en aumento (en junio, en España fue del 10.2%).

La propuesta de la semana laboral de cuatro días impulsada por organizaciones como 4 Day Week Global y 4 Day Week UK no implica una reducción salarial. La idea es que la motivación del empleado al trabajar menos días a la semana lo lleve a ser igual o más productivo que cuando trabajaba la semana completa. Al incorporar la variable del sueldo en el esquema (como sucedió en Telefónica) la propuesta se vuelve menos atractiva. Hay más tiempo libre, pero menos ingresos y en los tiempos que corren, ¿a quién le conviene eso?, indicó Entrepreneur.

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