Morgan Stanley y Goldman Sachs, dos de los bancos de inversión más prestigiosos del planeta, pronosticaron nuevas caídas de las principales acciones que operan en Wall Street, más allá del repunte que experimentan los principales indicadores en la bolsa de ese país.
Antes del cierre de la rueda del martes, en los mercados de Nueva York su principal índice, el Dow Jones Industriales, gana 2,06% y se ubicaba en 30.503,22 puntos.
El índice tecnológico Nasdaq Composite, donde opera la mayoría de las firmas de tecnología e internet, asciende 2,63%, hasta los 11.081,80 puntos.
En tanto, el selectivo S&P 500, donde cotizan las 500 empresas con mayor valor de mercado, ascendía 2,51%, hasta los 3767,24 puntos.
Las acciones estadounidenses aún tienen que descontar por completo el riesgo de una recesión en el país y es posible que tengan que caer aún más, según estrategas de Morgan Stanley y Goldman Sachs Group.
"Aunque la caída de este año en las acciones estadounidenses las ha dejado con un precio más justo, el índice S&P 500 debe caer otro 15% a 20% a alrededor de 3.000 para reflejar por completo la magnitud de la contracción, precisó Michael Wilson, analista de Morgan Stanley.
Por su parte, Peter Oppenheimer, especialista de Goldman Sachs, precisó que "el mercado bajista no terminará hasta que llegue una recesión o desaparezca el riesgo de una".
"Las acciones están descontando una leve recesión, lo que las deja expuestas a un mayor deterioro de las expectativas", resaltó.
Goldman Sachs, uno de los grupos de inversión y banca de inversiones más grandes del planeta que analiza la posibilidad de ofrecer criptoderivados, observa un 30% de posibilidades de que la economía estadounidense entre en recesión durante el próximo año, frente a su anterior previsión del 15%.
En medio de una inflación récord y un contexto macroeconómico débil alimentado por la invasión rusa de Ucrania, la última previsión de la entidad se produce una semana después de que la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos aprobara su mayor subida de tasas de interés desde 1994 para frenar la aceleración de la inflación.
Goldman Sachs también rebajó sus estimaciones del PIB estadounidense por debajo del consenso para los próximos dos años, con el fin de reflejar el lastre de la economía.
"La Fed ha adelantado las subidas de tasas de forma más agresiva, las expectativas de tipos terminales han aumentado y las condiciones financieras se han endurecido aún más y ahora implican un lastre sustancialmente mayor para el crecimiento, algo más de lo que creemos necesario", añadieron desde Goldman Sachs.