En un análisis presentado en el último Argentina Fintech Forum, ocho de cada diez empresas están realizando alguna acción sobre finanzas embebidas y open banking; en tanto que el 87% considera que estos modelos otorgan nuevas oportunidades para sus compañías.
En este sentido, la Argentina tiene una gran oportunidad de poder ofrecer nuevos y mejores servicios. Aunque suene raro, las economías más estables la tienen más complicada si partimos de la base de que tienen que derrocar un sistema que anda bien. En nuestro caso, está todo por construirse, podemos convertirnos en vanguardias fintech gracias a que tenemos un terreno virgen para innovar. Siempre es más riesgoso quedarse quieto.
Dentro de este marco, es imperioso que vuelvan los liderazgos para crear. Las compañías se están productivizando y los modelos de negocios tradicionales se tienen que empezar a embeber en plataformas y hacer rendir el dinero de manera más eficiente. Entendiendo la palabra embeber como el desarrollo de operaciones más simples en las que el usuario vea que hay un ahorro del esfuerzo y que eso le reditúa en un beneficio económico.
En este nuevo paradigma fintech, en el que lo financiero y tecnológico convergen, los usuarios realizan sus operaciones y transacciones de forma automática, sin percibirlo. Es decir, las operaciones están embebidas en cada una de las funciones, lo que significa que son el núcleo de muchos productos que aparecen hoy en día. Están presentes en todas las industrias y sectores. Los dispositivos y el software embebidos desempeñan un papel crucial en el funcionamiento.
Sin poder escapar a esta realidad, los sistemas financieros tienen la obligación de prestar nuevos y mejores servicios a los usuarios para que ellos se sientan atraídos en prestar sus capitales. Tienen como gran desafío por delante volver a enamorar a su público y captar así nuevos usuarios. Esto choca de frente con el mundo de blockchain, que descentraliza las funciones de los bancos y permite volver a tener un control del dinero.
Frente a lo expuesto, surgen empresas como Paisanos, donde entendemos esta evolución y somos el puente entre los usuarios y los bancos. Contamos con métodos y creatividad para innovar, lo que nos convierte en un gran aliado para pensar cómo hacer los modelos de negocios más colaborativos.
Estos desarrollos tienen que tener una razón de ser. Aquí es donde siempre digo: "El diseño no es necesario, es inevitable. Los bancos deben prestar un gran servicio y la única forma es descentralizándose, quienes no lo hagan, inevitablemente quedarán en el camino".
Definitivamente las instituciones financieras tienen que reconquistar a su público con la tecnología adecuada y ofreciendo oportunamente finanzas embebidas que sean operativas y perdurables.
*Santiago Echazú, founder de Paisanos