La industria automotriz está en pleno cambio de ciclo, con los motores impulsados por diésel en retroceso y dejando paso a los eléctricos, híbridos y sus variantes.

El objetivo es uno: buscar la mayor eficiencia y la menor contaminación.

En este escenario, la electrificación ya es realidad, y lo continuará siendo también desde 2019 en adelante, sobre todo, con la introducción de la tecnología «Mild hybrid» o también denominada microhibridación, que busca evitar que el alternador trabaje siempre y reducir la energía que absorbe del motor, mejorar los procesos de arranque y aprovechar la energía cinética del auto que se desperdicia en las frenadas y cuando se suelta el acelerador.

A grandes rasgos, un híbrido de 48 voltios (la batería actual en este tipo de modelos) es un auto impulsado por un motor térmico que trabaja de forma paralela con otro eléctrico.

El sistema eléctrico permite detener el motor térmico cuando se viaja a velocidades constantes, durante la frenada o estando detenidos, y reactivarlo rápidamente cuando se necesita reanudar la marcha.

En este caso, el sistema híbrido nunca se conectará a la red para alimentarse, sino que recuperará energía del movimiento del vehículo cuando frena o desacelera para cargar su batería. Así lo detallan desde la web de híbridos y eléctricos.

Los beneficios que implica utilizar un sistema eléctrico de 48 voltios son numerosos ya que se trata de una tecnología que combina a la perfección suficiencia energética a bajo coste con un riesgo mínimo.

Como resultado, la industria asegura que uno de cada cinco automóviles vendidos en 2025 equiparán este tipo de tecnología. De hecho BorgWarner, una de las más importantes empresas auxiliares con sede en Norteamérica, estima que los sistemas de 48 voltios acapararán el 60% del mercado mundial de vehículos híbridos en 2027. Por otro lado, según un informe de Navigant Research, en 2024 se venderán anualmente cerca de 60 millones de vehículos con tecnología start-stop, y de estos, unos 7 millones serán coches propulsados por sistemas híbridos suaves de 48 voltios.

Una de las grandes ventajas de los sistemas «mild hybrid» está en que ofrecen un start-stop de arranque rápido integrado, el cual requiere menos consumo de potencia y permite detener el giro (y a la vez el consumo) del motor de combustión en numerosas ocasiones, como por ejemplo, cuando viajan a velocidad de crucero por ruta o cuando se detienen por completo en una intersección.

Esta hibridación también repercutirá en los consumos de los vehículos, además de que podrán contar con la etiqueta ECO, lo que les permitirá obviar las restricciones de las ciudades.

Se estima que en 2025 el consumo medio de los fabricantes de automóviles se sitúe en 5,2 litros/100 kilómetros. Para ello será esencial la inclusión de sistemas eléctricos que reemplacen progresivamente los elementos mecánicos tradicionales.

Por ejemplo el aire acondicionado dejará de estar accionado por correa y pasará a ser eléctrico, de modo que enfriará la cabina aún cuando el motor de combustión se haya detenido y no repercutirá en el consumo de gasolina del motor.

Prácticamente todas las marcas ya han desarrollado y probado numerosos prototipos con propulsores híbridos de 48 voltios, e incluso algunos fabricantes ya tienen varios modelos en el mercado con esta tecnología.

En la actualidad, vehículos de Ferrari, Audi, Mercedes o Bentley, incorporan este sistema. Hasta utilitarios de Suzuki y modelos de Renault, Jeep o Volkswagen. Y es algo normal durante la fabricación de un nuevo modelo. Su bajo coste es la principal razón: entre 500 y 1.500 euros por vehículo, además de que se puede acoplar en coches ya existentes, sobre todo si usan plataformas preparadas para ser electrificadas.

Asimismo, estas arquitecturas no necesitan del aislamiento en cableado y componentes que, por seguridad, sí requieren los híbridos de alta tensión.

La pionera en cuanto a hibridación ligera es Audi, pues ya ha lanzado al mercado las berlinas A6 y A8, además del buque insignia del fabricante alemán, el Q8, equipados con dos motores híbridos de 48 voltios.

Entre otras ventajas, este voltaje favorece la reducción del cableado necesario en la construcción del automóvil. El fabricante alemán de los cuatro aros tiene desarrollados diversos sistemas eléctricos que sustituirán elementos mecánicos tradicionales, como el turbo o el climatizador, y otros más avanzados, como la desactivación de cilindros o el control electrónico del chasis.

Mercedes Benz también ha aplicado la tecnología «Mild hybrid» incluso en algunos de los nuevos modelos de la submarca Mercedes-AMG.

Los primeros en contar con este sistema híbrido de 48 voltios han sido el Mercedes-AMG CLS 53 y el Mercedes-AMG E 53, en sus versiones Coupé y Cabrio.

Los pequeños motores eléctricos de estos modelos sustituyen el motor de arranque y el alternador, y se hacen cargo de los sistemas eléctricos del vehículo, liberando al motor de combustión y reduciendo su consumo y las emisiones de los gases contaminantes.

Por su parte, Kia con su Sportage será el primer modelo que ofrezca el sistema de propulsión diésel híbrido ligero EcoDynamics , a finales del 2018. Y la nueva tercera generación del Kia Ceed será el segundo, en el año 2019.

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